Para conmemorar el vigésimo aniversario de Tambourine, su aclamado segundo álbum, la cantautora norteamericana lo reedita en vinilo el próximo viernes 29 de agosto. Y para celebrarlo aún más, lo complementa con Time and Patience, una colección de maquetas caseras y outtakes inéditas.
A pesar de su calidad y de las buenas críticas recibidas, Bramble Rose (2002), el debut de Tift Merritt, pasó más bien desapercibido: un desperdicio para semejante talento. Pero destacar entre el concurrido mar del country alternativo y la americana era una tarea cada vez más titánica.
Tal vez por eso, en Tambourine (2004), su segundo álbum, la cantante establecida en Carolina del Norte —aunque nacida en Houston, Texas— pasó del country-rock de sus orígenes al soul, y se convirtió en una especie de actualización de la Dusty Springfield de Dusty In Memphis (1969).
En parte, lo logró gracias a la poderosa producción de George Drakoulias (responsable de trabajos de The Jayhawks y The Black Crowes) y a la reunión de las armonías vocales de Gary Louris (cofundador de The Jayhawks), Neal Casal, la cantante de soul Maxayn Lewis y el grupo The Waters (Julia, Maxine y Oren).
Además, en la banda contó con componentes de los Hearbreakers de Tom Petty (el guitarrista Mike Campbell y el teclista Benmont Tench) y de Lone Justice (la cantante Maria McKee y el batería Don Heffington), junto con la pedal steel de Robert Randolph y los metales de The Texicali Horns, entre otros colaboradores.
Aunque quedaban huellas de country-rock —Stray Paper, el robusto Late Night Pilgrim, Write My Ticket (con el empaque apasionado de un Roy Orbison) y el brillante Laid A Highway—, preciosas baladas (Plainest Thing) y trallazos rock de estribillos irresistibles (Wait It Out), Tambourine era el paraíso del soul de factura clásica.
El espíritu del Memphis Soul, presente en apoteosis de metales y coros góspel como Good Hearted Man, el arrollador I Am Your Tambourine (con piano desbordado, guitarra rock’n’roll y un explosivo Randolph) y el exuberante Shadow In The Way, se codeaba con el recuerdo de los hits de Atlantic Records, como la maravillosa balada Still Pretending, al estilo de las joyas de Dan Penn.
La única versión del álbum era el sensual y explosivo Your Love Made A U-Turn, una composición del cantautor afroamericano country O. B. McClinton (aka The Chocolate Cowboy), interpretada anteriormente por James Carr —incluida en la reedición de 2003 de A Man Needs A Woman (1968)— y adaptada por Janiva Magness en The Devil Is An Angel Too (2010).
Veinte años después (bueno, veintiuno, para ser exactos), y para celebrar su lanzamiento, Tambourine se reedita el 29 de agosto, remasterizado en un vinilo dorado. Pero no viene solo, ya que el mismo día también aparece Time and Patience, un álbum complementario —publicado en vinilo y en CD—, con regrabaciones íntimas y nuevas canciones de la época de Tambourine.
Time and Patience incluye demos de cinco de las canciones ya conocidas (Write My Ticket Home, Plainest Thing, Still Pretending, Good Hearted Man y Stray Paper), registradas por la cantante en la cocina de su casa, solo con voz e instrumentos acústicos, además de otras cuatro inéditas (Avalon Pier, 4th Street Windowsill, Broad Daylight y Last Day I Knew What To Do).
Mención especial para la composición que da título al disco, cuyo origen explica la propia Tift: “Hace mucho, mucho tiempo, mi banda y yo pasamos un fin de semana en una cabaña en la montaña para probar nuevas canciones y cocinar juntos. Grabamos el tema ‘Time and Patience’, pero nunca se publicó. Creo que lo escribí para mí misma, para entenderlo más adelante”.
Y añade: “Mi vida tiene mucho más significado que cualquier cosa que pudiera haber deseado o imaginado. Amo mi vida como escritora, música, académica, malabarista de diversos proyectos, anfitriona de cenas, jardinera desordenada, madre y norcarolina. Mis sueños se han hecho realidad con paciencia y tiempo”.
Ciudad Criolla 