
Empezó como un grupo de jazz fusion y funk de Nueva Orleans a mediados de los noventa del pasado siglo, y ha evolucionado hacia una electrizante mezcla de tradición y modernidad, fiel reflejo del melting pot de su ciudad. Te contamos su historia con un repaso a algunos de sus mejores álbumes.
Ben Ellman (saxo), Robert Mercurio (bajo), Stanton Moore (batería), Jeff Raines (guitarra) y Rich Vogel (teclados) –a los que después se añadiría el cantante Theryl DeClouet– crearon Galactic en 1994 en Nueva Orleans.
La banda comenzó con un sonido entre el jazz fusion y el funk. Y, aunque algunos la etiquetan como jam band, no tiene nada que ver con esas plomizas formaciones que alardean de su destreza instrumental en improvisaciones kilométricas.
Su debut fue Coolin’ Off (1996), al que siguieron Crazyhorse Mongoose (1998), Late For The Future (2000), el directo We Love ‘Em Tonight. Live At Tipitina’s (2001) y el recopilatorio Vintage Reserve (2003).
Sin perder de vista las raíces de su ciudad, el sexteto entró en una nueva fase a partir de Ruckus (2003), producido por Dan The Automator, al incorporar loops y electrónica a su propuesta. Tras la marcha de DeClouet, el entonces quinteto siguió una temporada como un combo únicamente instrumental.
Hasta que editó una trilogía de álbumes con elementos de hip hop y aportaciones de artistas alejados de Louisiana, mezclados con la tradición del Mardi Gras en una fusión absolutamente fascinante en la que las voces cobraban cada vez más protagonismo.
El primero de esos discos fue From The Corner To The Block (2007), en el que colaboraron una decena de representantes del hip hop alternativo de diferentes escenas, como Chali 2na, Boots Riley, Lyrics Born y Mr. Lif, además de artistas de NOLA como Big Chief Monk Boudreaux y Trombone Shorty.
Especialmente destacado era el tema titular, que congregaba al rapero Juvenile con los metales de Soul Rebels Brass Band y servía de declaración de principios al reflejar muy bien el melting pot cultural de la ciudad.

En el siguiente, Ya-Ka-May (2010) –un título que tomaba el nombre de una sopa característica de la gastronomía criolla–, fueron más lejos al mostrar los vínculos entre los diferentes sonidos neorleanos: del jazz al funk y de las brass bands al bounce (el estilo nativo de hip hop).
“Este no es el disco de Nueva Orleans de tu abuelo. Esta es la realidad musical post-inundación de una ciudad de 291 años que tuvo una experiencia cercana a la muerte”: la frase, que encabezaba el texto interior, no podía ser más cierta.
Pero tampoco significaba que Galactic rompiera radicalmente con la tradición: bajo unas construcciones rítmicas increíbles latía el espíritu de la second line, aunque, eso sí, llevado a límites insospechados.
Incluso cuando eran los invitados más veteranos quienes llevaban la voz cantante, se integraban en sonidos actualizados: el Heart Of Steel de Irma Thomas estaba más cerca de Alabama 3 que de The Meters, y el Wild Man de Big Chief Bo Dollis parecía un cruce de Cameo con Isaac Hayes.

Por su parte, el Bacchus –dedicado a la krewe de Mardi Gras del mismo nombre– de Allen Toussaint mezclaba la elegancia vocal y pianística con el funk de cemento, y en Speaks His Mind Walter Wolfman Washington inventaba el blues estratosférico.
Los nuevos valores no se quedaban atrás: Josh Cohen y Ryan Scully ofrecían la versión 2.0 del Dr. John más pantanoso en Liquor Pang, Glenn David Andrews (con The Rebirth Brass Band) estallaba con voz shouter en You Don’t Know, y John Boutté brillaba en el tenso Dark Water.
Sin olvidar a una nutrida representación de artistas de bounce, como Cheeky Blakk, Katey Red, Sissy Nobby y la reina Big Freedia, quien rapeaba en Double It sobre un sample de ¡Kocani Orkestar! ¿Quién dijo que el Katrina acabó con la escena de Nueva Orleans?
Tras The Other Side Of Midnight. Live In New Orleans (2011) apareció Carnivale Electricos (2012), dedicado al Mardi Gras y a sus conexiones brasileñas y latinas. Galactic contó de nuevo con una amplia nómina de colaboradores para reflejar los distintos carnavales que se viven en la ciudad.

La fiesta se abría con los indios emplumados en Ha Di Ka (un cántico tribal con tremenda base funk-house, con Big Chief Juan Pardo y The Golden Comanche), y deambulaba con chulería por la calle (en el funk-rock Hey Na Na, con David Shaw de The Revivalists y Maggie Koerner).
También viajaba a los pantanos en Voyage Ton Flag (con Steve Riley de los Mamou Playboys y un sample de Clifton Chenier en un zydeco a lo Alabama 3), y desfilaba en procesión organizada en Karate (con la marching band Kipp Renaissance High School, toda una algarabía de metales).
Y saltaba a tierras brasileñas, con el forró futurista Magalenha (versión a cargo de Casa Samba de un tema de Carlinhos Brown), y con O côco da galinha, con el poeta posmoderno Moyseis Marques, que mezclaba el espíritu de la MPB con los metales del rhythm’n’blues neorleano.
La celebración incluía a leyendas del funk y el rhythm’n’blues: Cyril e Ivan Neville (tío y sobrino) en el arrollador Out In The Street, y Al Johnson en la recreación de su famoso Carnival Time, o “la versión siglo XXI del hit de 1960 que definió su carrera”, según las notas interiores de Ned Sublette.
Pero también citaba a nuevas espadas locales del hip hop (Mystikal y Mannie Fresh en Move Fast), para demostrar que la escena de Nueva Orleans, lejos de anquilosarse, está en constante ebullición.

Tras Carnivale Electricos, en 2015 Galactic publicó Into The Deep, un disco donde la banda dejó atrás sus incursiones con el hip hop y entregó una colección de canciones con ilustres vocalistas invitados, de Mavis Staples a Macy Gray.
El álbum supuso un cambio respecto a sus anteriores trabajos, al inspirarse en músicos con los que habían colaborado a lo largo de su carrera. La orgánica amalgama de soul, funk, blues y rock tomaba elementos del pasado de Galactic, pero los filtraba a través de su perspectiva actual.
“Es una culminación de todas nuestras experiencias. Los discos previos nos llevaron en la dirección opuesta. Hemos colaborado con raperos con quienes nunca habíamos tratado, e incluso en los temas más afines a Nueva Orleans no habíamos trabajado con la mayoría de los artistas antes de las grabaciones”, afirmaba Mercurio.
Por el contrario, estrellas invitadas de Into The Deep como JJ Grey (de JJ Grey & Mofro), David Shaw y Maggie Koerner pasaron un tiempo significativo de gira con Galactic; Mavis Staples coincidió con la banda hace años, y conocieron a Macy Gray cuando ella actuó en Tipitina’s.
El álbum, según Ellman, “tiene que ver con esa gente, con las conexiones que hemos hecho en veinte años. Son personas en nuestra órbita que han entrado en nuestro pequeño mundo y nos han influido de alguna manera”.
Into The Deep se abría con el instrumental Sugar Doosie, coescrito con Corey Henry, donde la potencia de una brass band callejera se fusionaba con una melodía perfecta para una película de blaxploitation de los setenta. Ese mismo sabor lo hallábamos en Long Live The Borgne, con el protagonismo del órgano, mientras que Today’s Blues cerraba el álbum con un medio tempo soulero.
Las canciones del disco, donde encontramos a los vocalistas invitados, se movían con soltura en el funk: Higher And Higher, con JJ Grey, construida sobre una base rítmica contundente, era una especie de update de Sly Stone, y Dolla Diva, con Shaw y Koerner, mezclaba la cadencia de los indios del Mardi Gras con la lubricidad de Cameo.
Domino, con el cantautor Ryan Montbleau, destacaba por su sensualidad, y Chicken In The Corn, con el jamaicano Brushy One String, devenía vacilón y chulesco con esa guitarra wah-wah. Este último era un tema compuesto por este peculiar artista que toca una guitarra de una sola cuerda y mezcla blues, reggae y rap.
El toque soul llegaba con las intérpretes femeninas: la cálida Macy Gray en el tema titular, Ms. Charm Taylor en el acelerado Right On y, sobre todo, la superlativa Mavis Staples en Does It Really Make A Difference, una delicia reminiscente de Stax con metales sedosos y guitarra a lo Steve Cropper que valía más que toda la producción del sello revivalista Daptone.
Al margen de estos temas, la Deluxe Edition de Into The Deep en formato digital incluía tres cortes en directo: el funk con metales atronadores de Something’s Wrong With This Picture –un tema de su debut Coolin’ Off– con Theryl Houseman DeClouet; Dolla Diva, con Erica Falls, y Sugar Doosie.
Después, Galactic publicaría su -hasta el momento– último álbum largo en estudio, Already Ready Already (2019), con aportaciones de Erica Falls, Princess Shaw, Ms. Charm Taylor, David Shaw, Nahko y Boyfriend. Desde entonces ha lanzado solo singles.
Su trabajo más reciente es Tchompitoulas (2023), un EP de edición limitada, que incluía canciones como Ready For Me, con featurings del cubano Cimafunk y de Anjelika Jelly Joseph, cantante habitual de la banda. En el disco también aparecían el rapero de Florida Eric Biddines y Glen David Andrews.
Por si no quedara clara su vinculación con Nueva Orleans, en 2018 los Galactic compraron el mítico local Tipitina’s. Además, formaron la Tip-It Foundation, una asociación cuyo objetivo es apoyar y promover el futuro de la música, la cultura y el patrimonio del Golfo Sur a través del local y la marca de Tipitina.









