
El guitarrista, pianista y cantante norteamericano murió ayer, 16 de febrero, a la prematura edad de 57 años. Con carácter de urgencia y con espíritu de humilde homenaje, le dedicamos un recuerdo con un repaso de dos de sus mejores álbumes: uno, en solitario, y el otro, a dúo con su hermana.
Descrito como el hermano maníaco de Chris Isaak, siempre al borde del filo, el guitarrista, pianista y cantante Dexter Romweber fue el líder de los Flat Duo Jets, la banda de psychobilly-surf-garage-punk con la que grabó una decena de álbumes y que sirvió como modelo para The White Stripes.
Y no lo digo yo, lo dijo el mismísimo Jack White: “Dex Romweber fue y es una gran influencia en mi música. Es uno de los secretos mejor guardados del rock’n’roll underground”. De hecho, acabó grabando para el sello de White, Third Man Records.
A lo largo de su carrera, compartió escenarios con The Cramps, Iggy Pop, The White Stripes, Th’ Legendary Shack Shakers, Cat Power, Neko Case, Southern Culture On The Skids y Squirrel Nut Zippers, entre otros.
Folk Songs (1996) fue su debut a su nombre, seguido por Chased by Martians (2001). En el tercero, Blues That Defy My Soul (2004), producido por Rick Miller (el guitarrista de Southern Culture On The Skids), exhibía su estilo de tocar sucio y áspero, su voz chillona y poco agraciada y su sonido mezcla de rockabilly, blues y surf.

En formato de trío, y a veces con la colaboración esporádica de un saxo, Dexter atacaba con ferocidad el rock’n’roll (Rockin’ Dead Man o un Monster Blues cercano al estilo de SCOTS) y el rockabilly más salvaje e ignoto (el The 309 de Johnny Thompson y el Come Back de Benny Joy).
También devoraba el blues (Blues That Defy My Soul, Man Walks In) y el surf instrumental (Nephretite, Nabonga). Pero la bestia se calmaba en baladas acústicas como Prison Called Life (solo voz y guitarra, como si se tratara de un Johnny Cash) o la versión del I’ve Lost My Heart To You de Charlie Rich.
Romweber publicaría después el sorprendente Piano (2006), producido por Chris Stamey, una colección de instrumentales de piano clásico en los que lucía su pericia con el instrumento; Carrboro (2016) –en Bloodshot, ¡con covers de My Funny Valentine y Smile!– y, el más reciente, Good Thing Goin’ (2023).
Dex se unió con su hermana Sara (a la batería; ex Let’s Active, fallecida en 2019) en el debut en largo del Dex Romweber Duo en Bloodshot, Ruins Of Berlin (2009), tras los splits Empty Heart / Heart Of Stone (2003; con ? and the Mysterians) y Twelve Bad Studs (2004; con Throw Rag).
De nuevo mostraba su especial querencia por los sonidos yanquis: el rockabilly (el espídico instrumental Lookout, con Rick Miller), el surf (Cigarette Party), el country (la balada acústica Is It Too Late?), el blues (el dislocado Grey Skies), el folk (el épico People, Places And Things) y el wéstern (Camillia’s Gone).

Pero, de pronto, miraba a la vieja Europa y se descolgaba con el cabaretero Ruins Of Berlin popularizado por Marlene Dietrich, o con un Polish Work Song de aires balcánicos. Para rematarlo, afirmaba: “Hacemos rock’n’roll original, pero rápido y extraño”.
Aunque, para ser más precisos, más que de dúo en Ruins Of Berlin deberíamos hablar de dúos en plural, porque Romweber convocaba a varias cantantes amigas como contrapunto a su voz impostada y algo histriónica.
Así, encontrábamos a Cat Power en una memorable versión del Love Letters de Ketty Lester, a Exene Cervenka en Lonesome Train (grabado por primera vez en 1952 por Stan Kenton and His Orchestra & Kay Brown), y a Neko Case en el Still Around de Tammy Wynette.
Por eso, en más de una ocasión el álbum, producido por John Plymale (Meat Puppets, Squirrel Nut Zippers, Superchunk), recordaba a esa joya que Johnny Thunders grabó junto a Patti Palladin, Copy Cats (1988). ¿Exagerado? En absoluto.
El Dex Romweber Duo publicó tres álbumes más: Live At Third Man (2010), en el sello de Jack White y, de nuevo para Bloodshot, Is That You In The Blue? (2011) e Images 13 (2014).
