La cantante y compositora catalana de blues reconstruye canciones de anteriores trabajos en Smile, su nuevo álbum, con la complicidad de la banda Captain’s Brotherhood. El disco se encuentra disponible —únicamente en plataformas— a partir de esta semana.
Para celebrar sus treinta y cinco años en escena, en 2023 Montserrat Pratdesaba —más conocida como Big Mama Montse— empezó a colaborar con el grupo Captain’s Brotherhood, y junto a ellos hizo una gira en la que reinventaba algunas de sus composiciones.
Cuando ese año la entrevisté con motivo de esa efeméride, me contó que “grabaremos lo que podría ser un disco, pero sin editarlo físicamente. La idea es dejar un testimonio de estas canciones una vez rodadas y a ver cómo quedan con los nuevos arreglos”.
Ese proyecto, convertido en el autoproducido álbum Smile (2025), ha salido a la luz esta semana y solo se puede escuchar en plataformas de streaming. Lorenzo Spinozzi (guitarra y coros), Alberto Burguez (piano, Hammond y teclados), Hernán Fridman (bajo y coros) y Salva Suau (batería) acompañan a Montse en la aventura.
Smile incluye trece temas compuestos por Pratdesaba procedentes de otros álbumes anteriores, grabados entre 1998 y 2018, a los cuales “hemos dado una nueva vuelta de tuerca. Algunos han tomado nuevos aires; hay blues, pero también otros estilos”.
La portada es obra de Romane Nardreb, “a partir de una foto mía con mi abuelo que, al encontrarla hace ocho años, inspiró el primer tema, ‘You Put a Smile on My Face’”, explica la blueswoman. Jesús Rovira Costas se encargó de la grabación y mezclas en La Casamurada, y Javi Ustara de la masterización en Mpireestudio.
Para empezar, en Smile hallamos cuatro canciones de Party Life. Three Decades With the Blues (2018), el álbum que Montse grabó con la 30’s Band para celebrar sus treinta años en escena. Dos son bastante idénticas a las originales: el slow Free at Last y el medio tiempo jazzístico Forgive Yourself.
En cambio, Good Looking Man acentúa su carácter tabernario y pícaro con la colaboración del saxo tenor de Nil Mujal y, sobre todo, You Put a Smile on My Face acelera el ritmo y se acerca más al espíritu luminoso y expansivo de, por ejemplo, un Van Morrison.
De Seed of Love (2017) proceden su canción titular, con un mayor énfasis en la dinámica funk; la sensual New Day Blues, con más protagonismo pianístico, y No More Tears & Pain, con un vibrante sonido latin jazz aportado por la percusión de Javiera Consuelo Paredes y excelentes solos de piano y guitarra.
En Juke Joint Sessions (2016), Big Mama se unió a la teclista Sister Marion en un cancionero desnudo a voz y piano. Las recreaciones de Smile son más discutibles y por eso prefiero las originales: Sadness in My Skin era un blues crudo, ahora acelerado con funk y más instrumentos, lo mismo que Ready to Say Goodbye.
Es difícil valorar los temas de Blues Rooted (2005): el titular —era un acústico con guitarra, contrabajo, washboard y armónica— gana al hacerlo más jazzístico con el piano protagonista y la batería con escobillas, pero en Out of Bounds Blues se echa en falta la pedal steel original y la deriva reggae no me convence.
Stir the Pot (2001), un álbum que Montse grabó con el armonicista Joan Pau Cumellas, incluía la balada Beat Up Woman, únicamente con voz, guitarra acústica y armónica. En su revisión para Smile se ha enriquecido, al convertirse en un sedoso soul sofisticado.
Por último, Let’s Go Down —con letra de Gonzalo Goytisolo y música de Big Mama, procedente del disco Ser o no ser (1998), con la Elèctric Band— ya tenía en su primera versión una cadencia reggae que sigue conservando en su revisitación actual.
Smile es un curioso experimento que podría haber ido aún mucho más lejos —en cuanto a sonido y repertorio—, pero que, en cualquier caso, evidencia la calidad de las canciones de Pratdesaba. Eso sí, a cada oyente le corresponde decidir qué versiones prefiere: si las originales, más bluseras, o estas evolucionadas.
Ciudad Criolla 