
¿Por qué se visten algunos afroamericanos de indios durante el Mardi Gras y otras fechas señaladas? Descubre la historia de una subcultura con su propia música, su lenguaje y sus reglas.
A los ojos del espectador inexperto, se trata únicamente de un puñado de afroamericanos que durante el carnaval se disfrazan de indios. Pero es algo mucho más complejo que eso: sí, son afroamericanos, aunque algunos de ellos puedan tener sangre india –a pesar de que el matrimonio entre ambas razas fue ilegal en el estado de Louisiana hasta 1972-. Y se agrupan en tribus desde mediados del siglo XIX, posiblemente antes. ¿Por qué? Nadie lo sabe con certeza.
La explicación más razonable es que estos grupos de afroamericanos de Nueva Orleans, viviendo en el seno de una sociedad segregada, se reunieron en imaginarias tribus para tener una tradición cultural propia y mantener un sentido de comunidad e identidad negra. Como no encajaban en las clásicas y elitistas krewes, decidieron celebrar a su manera el Mardi Gras.
Para ello, adoptaron los trajes y la nomenclatura de los indios en homenaje a aquellos que acogieron a los esclavos huidos y los aceptaron en sus comunidades. Los indios y los afroamericanos eran outsiders en una sociedad dominada por los europeos. Y así, evolucionaron como sociedades semisecretas, con sus propias canciones y con un lenguaje derivado del slang callejero y del patois –ahí se demuestran los ancestros haitianos-.
Los indios de Nueva Orleans se pasan todo el año diseñando y cosiendo a mano los espectaculares trajes con plumas, lentejuelas y diamantes de imitación que lucen en Mardi Gras. Ese día, las tribus salen a la calle y compiten unas con otras por el reconocimiento. A diferencia de las krewes de Mardi Gras, las tribus no suelen anunciar con antelación las rutas ni los horarios de sus desfiles, para mantener su secretismo.
Al principio, muchos de sus componentes iban armados y esta rivalidad podía acabar de forma violenta en la calle para ajustar cuentas. Pero en los últimos cincuenta años sus batallas se han convertido en competiciones inofensivas para ver quién luce el traje más impresionante o realiza los mejores bailes y cantos. En este vídeo, titulado One Bead At A Time, los componentes de los Mohawk Hunters muestran el proceso de elaboración de un traje.
Como Dr. John escribía en su excelente autobiografía Under A Hoodoo Moon (1995) –incompresiblemente inédita en castellano-, los indios han tenido una enorme -pero poco reconocida- contribución a la música de Nueva Orleans, especialmente en el funk y el rhythm’n’blues. Y es un fenómeno que no deja de ser sorprendente, porque la mayoría de ellos no son músicos. Su estilo es espontáneo, a veces hipnótico, y no está hecho con la pretensión de ser grabado: es parte de una comunidad y de unas celebraciones especiales. Nacido en Congo Square, su sonido se basa en cánticos de llamada y respuesta y en percusiones polirrítmicas (tambores, panderetas, cencerros).
Hoy existen más de cincuenta tribus, entre ellas Bo Dollis & The Wild Magnolias, Monk Boudreaux & The Golden Eagles, Creole Wild West, Golden Star Hunters, Fi Yi Yi, Guardians Of The Flame, Yellow Pocahontas… Solo unas pocas han grabado discos: The Wild Magnolias, The Wild Tchoupitoulas y The Golden Eagles, siempre respaldadas por músicos como Willie Tee, The Neville Brothers o Rebirth Brass Band.
Cada tribu está organizada con unas jerarquías determinadas: de mayor a menor importancia, encontramos al Big Chief (que decide la ruta a seguir), al Second Chief, al Spy Boy (el «oteador» que se avanza para descubrir la presencia de peligros o de otras tribus), al Flag Boy (el portador de la bandera de la tribu) y al Wild Man (quien normalmente lleva un arma simbólica). Además están los second liners, vecinos que dan su apoyo a la tribu cantando y bailando en segunda línea detrás de los indios durante su procesión. Además de Mardi Gras, también desfilan durante la noche de San José y los llamados Super Sundays en marzo.
Series como Tremé o documentales como Bury The Hatchet (Aaron Walker, 2010) han contribuido a divulgar la desconocida y, al mismo tiempo, apasionante historia de los Mardi Gras Indians. Aquí tenéis un breve documental, Portrait Of A Chief, con el Big Chief Al Womble de los Cheyenne Hunters.
¡Gracias por el post!
Compartimos la atracción por Nueva Orleans. En mi caso, la serie Treme ha despertado mi curiosidad sobre su peculiar cultura. Dejo el enlace de una entrada que publicamos sobre Nueva Orleans, en la que incidimos sobre su gastronomía:
http://cincuentopia.com/este-san-valentin-nueva-orleans/
Muchas gracias, Charo. Tu enlace es muy interesante. Próximamente dedicaré una sesión a canciones relacionadas con la gastronomía de Nueva Orleans.
Con un año de retraso, pero gracias!!!!
Este año nos hemos dejado ver en el Country Festival de Huercasa. Incluso hicimos nuestros propios vídeos.
Y una vez más, ¡Enhorabuena por tu blog!