
El Barrio Francés, French Quarter o Vieux Carré es, sin duda, el atractivo turístico más importante de Nueva Orleans. Hoy toca pasear por sus calles más emblemáticas.
La gracia del Barrio Francés es que puede recorrerse a pie sin problemas. Una vez allí, su calle más famosa (la que siempre aparece en las fotos, las películas y las series de televisión) es Bourbon Street, que se extiende trece manzanas desde Canal Street hasta Esplanade Avenue. Como recuerda la placa de la fotografía: «Cuando Nueva Orleans era la capital de la provincia española de Luisiana (1762-1803), esta calle llevaba el nombre de Calle de Borbón».
Lástima que ninguno de mis antepasados se aventurara por estas tierras…
Bourbon Street es la calle más conocida de la ciudad, donde se concentra toda la turistada. Probablemente es el lugar con más locales de conciertos por metro cuadrado, uno junto al otro. Y no sólo suena jazz, no. Por ejemplo, me metí en uno donde en un minúsculo escenario actuaba un power trío de blues al estilo de Stevie Ray Vaughan y, pese a la precariedad del entorno, el sonido era impecable. Bares y más bares, locales de strip-tease, la gente bebiendo por la calle (creo que es la única ciudad estadounidense donde esto se permite)… En algunos momentos, me dio la impresión de estar en pleno verano en Salou, Lloret de Mar o una de estas ciudades infestadas de alemanes o ingleses borrachos.
Pero incluso Bourbon Street tiene sus joyas escondidas, y si se tiene la paciencia de atravesar la zona más concurrida, casi al final de la calle, en el 941 esquina con St. Philip Street, se encuentra una maravilla como Lafitte’s Blacksmith Shop, el bar más antiguo de los Estados Unidos. Naturalmente, esa antigüedad se nota en su aspecto destartalado. Declarado monumento histórico nacional en 1970, fue erigido en algún momento entre 1722 y 1732 y es un excelente ejemplo de una casa colonial estilo Luis XV. Sus propietarios originales fueron los célebres piratas franceses Jean y Pierre Lafitte, traficantes de esclavos y contrabandistas que, según la leyenda, se hicieron pasar por herreros para ocultar su negocio ilegal y utilizaban la casa como base de operaciones.
Actualmente, el sitio en cuestión es un bar bohemio iluminado con velas, un punto de reunión de poetas, músicos y demás gente de mal vivir. Más o menos, como solía ser el Bar Marsella en Barcelona hace muchos años, para entendernos. Lo descubrí por casualidad durante mi primera noche en Nueva Orleans: lo más curioso es que, yo que había huido de Barcelona por culpa de los Juegos Olímpicos, mientras tomaba un Jack Daniels sin hielo, el camarero miraba en un pequeño televisor una prueba olímpica.
Volví al Lafitte’s en un par de ocasiones. Lo mejor fue que, tres años después, en 1995, Willy DeVille publicó su disco Loup Garou, y en la portada aparecía al lado del bar, algo que me llenó de orgullo, porque pensé que había estado en uno de esos lugares que sólo unos pocos tienen el privilegio de conocer.
Paralela a Bourbon Street y al río Mississippi encontramos Decatur Street, con sitios de interés como el Café du Monde (en el número 800) y el House Of Blues (en el 225). Y siguiendo en el Barrio Francés, en este caso en el 500 de la Rue Chartres, merece ser destacado otro local, Napoleon House.
El edificio fue la casa de un antiguo alcalde de la ciudad, Nicholas Girod. Cuando Napoleón estaba desterrado en la isla de Santa Helena, la comunidad francesa de Nueva Orleans (entre ellos, Girod y el pirata Jean Lafitte) ideó un plan para rescatarlo y llevarlo a Louisiana. Por eso, el alcalde arregló su casa para alojar al emperador. Finalmente, el plan no se llevó a cabo, pero el edificio ha pasado a la historia como Napoleon House (la casa de Napoleón).
Básicamente, Napoleon House es un bar restaurante, cuya peculiaridad consiste (aparte de la elegancia de sus camareros) en que solo suena música clásica. La especialidad de la casa es el muffuletta, un bocadillo típico de Nueva Orleans, y los elaborados cócteles que preparan. En este vídeo puede verse el local.
Y ya fuera del French Quartet podemos destacar calles como Canal Street, una gran vía pública que sirve de línea divisoria entre el Barrio Francés y el nuevo sector americano, el distrito central de negocios; Basin Street, conocida desde 1870 hasta el final de la Primera Guerra Mundial por formar parte de Storyville, la zona de la ciudad dedicada a la prostitución; y Rampart Street, que acoge el Louis Armstrong Park.
Este parque, ubicado en el barrio de Tremé, merece una especial atención porque en sus 130.000 m2 se encuentran diversos lugares de interés: el Auditorio Municipal, el Teatro Mahalia Jackson, el New Orleans Jazz National Historical Park y, sobre todo, por su importancia histórica, Congo Square. En la Nueva Orleans colonial del siglo XVIII, a los esclavos les permitían descansar en domingo y se reunían en la llamada Place des Nègres, Circus Square o, de manera extraoficial, Place Congo o Congo Square. Allí cantaban, bailaban y tocaban música. Esta tradición continuó cuando Louisiana pasó a formar parte de los Estados Unidos y se considera uno de los lugares donde nació el jazz.
En este breve vídeo se explica la importancia de Congo Square.