
Con toda probabilidad, hoy en día los/las defensores/as de la corrección política se echarían las manos a la cabeza, escandalizados/as. ¿Conciertos solo para mujeres a cargo de un sex symbol que explotaba su virilidad y recibía una lluvia de bragas? ¿Qué aberración era esa?
El 2 de septiembre de 1978 Teddy Pendergrass actuó en el Avery Fisher Hall de Nueva York para promocionar su álbum Life Is A Song Worth Singing, publicado ese mismo año. Era uno de sus conciertos «For Women Only», con una audiencia formada íntegramente por mujeres. Una prueba más del poder seductor del artista.
Llámalo casualidad, llámalo castigo divino, pero es un hecho: los cantantes de soul de talante más lúbrico suelen acabar mal, como si el dedo del destino los apuntara y decidiera condenarlos por sus vidas libertinas. Unos rectifican a tiempo y abrazan la religión (Al Green); otros hacen caso omiso y terminan de forma violenta (Marvin Gaye), y a unos terceros se les sanciona de forma mucho más retorcida.
En esa última categoría se encontraba Pendergrass, quien, de ofrecer conciertos solo para mujeres, pasó a estar postrado en una silla de ruedas a los 32 años –sí, Vic Chesnutt no tenía el monopolio de la minusvalía–. Y para un seductor como él, acabar imposibilitado de cintura para abajo debió ser el escarmiento más cruel.
Nacido en Filadelfia en 1950, durante sus años de niñez Theodore DeReese Pendergrass creía que su destino era el púlpito, pero a los 13 años su vida cambió tras asistir a un concierto de Jackie Wilson. Irrumpió en la escena del rhythm’n’blues como batería de The Cadillacs, y a partir de 1970 fue cantante de Harold Melvin & The Blue Notes. En 1971, la banda fichó para el sello Philadelphia International de los compositores y productores Kenny Gamble y Leon Huff y grabó hits como I Miss You, If You Don’t Know Me By Now y Wake Up Everybody.

Las diferencias creativas de Pendergrass con Melvin lo empujaron a dejar el grupo en 1975 e iniciar una carrera en solitario plagada por el éxito: fue el primer artista masculino afroamericano que grabó cinco álbumes de platino consecutivos. Debutó con un álbum homónimo en 1977, al que seguirían el citado Life Is A Song Worth Singing (1978), Teddy (1979), Live! Coast To Coast (1979), TP (1980) e It’s Time For Love (1981).
Con una voz explosiva y cruda que apelaba a la virilidad, se convirtió en estrella internacional y sex symbol, llevando a las mujeres al éxtasis con baladas amorosas como I Don’t Love You Anymore, Close The Door, Turn Off The Lights y Love T.K.O., y popularizó sus conciertos “solo para mujeres” –mucho antes de que Jesulín de Ubrique aplicara la fórmula en sus corridas– en los que recibía una lluvia de ropa íntima. Aun rozando el erotismo, en sus letras no utilizaba palabras explícitas.
En 1982, tras sufrir un accidente automovilístico que le afectó la médula espinal, quedó paralizado. Eso no le impidió seguir adelante, a pesar de que había perdido el poderío de su voz. Aunque se editaron dos álbumes con sesiones inéditas previas –This One’s For You (1982) y Heaven Only Knows (1983)–, su regreso oficial fue Love Language (1984). El disco relanzó su carrera ya que varias de sus canciones –la más conocida, You’re My Choice Tonight (Choose Me)– fueron utilizadas en la película Elígeme (Alan Rudolph, 1984).
Un año después, reapareció en directo en el Live Aid de 1985, ya en silla de ruedas. Su último disco de material nuevo fue You And I (1997). En 2006 anunció su retirada del negocio musical. Murió a consecuencia de un fallo respiratorio el 13 de enero de 2010.