La cantautora establecida en Carolina del Norte celebra el décimo aniversario de la publicación de su quinto álbum con una reedición limitada en vinilo doble que acaba de ponerse a la venta.
La evolución de Tift Merritt es curiosa: tras su debut Bramble Rose (2002), la cantautora nacida en Houston (Texas) se alejó del country-rock para acercarse al soul a lo Dusty Springfield en Tambourine (2004) y en Another Country (2008), ambos con George Drakoulias (The Black Crowes, The Jayhawks) tras el cristal.
Traveling Alone (2012) fue su quinto álbum, el primero en Yep Roc Records, producido como el anterior, See You On The Moon (2010), por Tucker Martine (The Decemberists, My Morning Jacket). Merritt contó con lo que denominaba su “dream cast”: el cantante y violinista Andrew Bird, el guitarrista Marc Ribot, el pedal steel Eric Heywood (Son Volt), el batería John Convertino (Calexico), el teclista Rob Burger y el bajista Jay Brown.
Como explicó, este disco surgía de su sentimiento de sentirse sola como artista, sin sello ni mánager. Pero, a pesar de su aspecto frágil de chica que llegaba a la gran ciudad para cumplir sus sueños (en aquel entonces vivía en Nueva York), es una excelente cantante y una soberbia compositora. Además, tiene un programa mensual de entrevistas en una emisora pública, The Spark With Tift Merritt, por el que han pasado desde músicos hasta escritores.
Traveling Alone estaba más orientado al country y al folk de sus orígenes, como demostraba el tema titular (una atmosférica balada que podía recordar a una Emmylou Harris producida por Daniel Lanois), Drifted Apart (a dúo con Bird y con preciosas armonías vocales), el fronterizo Too Soon To Go (con un estribillo encantador) y esas piezas donde brillaba la espléndida pedal steel de Heywood (Sweet Spot, Feeling Of Beauty).
En otros momentos, Tift abogaba por un trotón roots rock (épico a lo Steve Earle en To Myself), recurría a un espíritu más próximo al blues (el pantanoso Spring) y se acercaba a la intensidad del soul (Small Talk Relations, con el empaque de un clásico).
Traveling Alone fue otro vehículo perfecto para exhibir su talento como autora y, sobre todo, su voz, entre la pasión de una Lucinda Williams y la belleza de una Emmylou Harris.
“Que ‘Traveling Alone’ cumpla ahora diez años parece una prueba de que la vida no tiene una narrativa lineal. Las décadas se desvanecen en el aire con las bebidas, pero permanecen al alcance de la mano dentro de un bolsillo, como una piedra de la suerte o un tótem que se toca cuando se necesita”, afirma Merritt.
Si se compra a través de la web de Yep Roc, la edición especial de décimo aniversario del álbum puede acompañarse de un juego de naipes con Tift como la Reina de Corazones, tres postales con un diseño único inspirado en las ilustraciones del álbum o un diario.
Traveling Alone ya fue objeto en 2013 de una reedición expandida de lujo en una caja que incluía el CD adicional Traveling Companion, con diez canciones en formato acústico –tres del álbum original, dos versiones de Tom Waits y Joni Mitchell y cinco inéditas–, un triple vinilo, un juego de postales y un libro ilustrado con las letras.