La cantante londinense realiza estos días su primera gira por escenarios españoles con su grupo al completo. Es un buen motivo para recordar uno de los mejores álbumes de su amplia discografía.
Desde que empezó en la banda femenina de garage Thee Headcoatees, vinculada a Billy Childish, hasta su debut en solitario The Good Things (1995), la vocalista británica Holly Golightly ha mantenido una actividad frenética.
A lo largo de su carrera encontramos la colaboración con múltiples artistas (entre ellos, The White Stripes) y una discografía desperdigada entre álbumes de estudio y en directo, EPs y ediciones exclusivas para iTunes.
Uno de sus proyectos fue el dúo Holly Golightly And The Brokeoffs (seudónimo de su colaborador, el multinstrumentista y cantante de Texas Lawyer Dave). En 2009 lanzaron su tercera entrega, Medicine County.
Uno podría preguntarse si ejercicios brillantes de revivalismo como este llevan a alguna parte. Pues sí: además de la frescura del sonido –en algún lugar entre los años cuarenta y los cincuenta–, se erigía en el verdadero legado de la época gloriosa del country.
En Medicine County la cantante se adaptaba perfectamente a todos los estilos: desde el delicioso lounge Forget It (¡qué se podía esperar de una canción que empezaba con la frase “hold me closer”!) hasta el blues Two Left Feet.
Además, preciosos intercambios vocales entre el country y el bluegrass, el rock’n’roll y las baladas oníricas, los ritmos saltarines y los temas tradicionales (Blood On The Saddle, a dúo con Tom Heinl, una maravilla digna de The Handsome Family).
Sí, Holly es de Londres y procede del rock, pero en álbumes como Medicine County le daba sopas con hondas a las estrellonas regurgitadas por Nashville.
Holly Golightly inició su gira española el 11 de abril en Zaragoza, y ya ha pasado por Donostia y Madrid. Sus próximas fechas son el 14 de abril en Alicante, el 15 en Valencia, el 16 en Palma de Mallorca y el 18 en Barcelona.
Ciudad Criolla 