Esta semana se ha conmemorado el nacimiento de uno de los guitarristas de blues de Chicago más influyentes. Por ese motivo, lo recordamos con un álbum de tributo donde varios de sus discípulos lo homenajeaban.
Bruce Iglauer, el fundador y presidente de Alligator Records, escribía lo siguiente en la newsletter enviada ayer por el legendario sello de blues:
Celebramos el cumpleaños del hombre que lo empezó todo, el rey de la genuina houserockin’ music y el artista que inspiró la creación de Alligator Records.
Theodore Roosevelt ‘Hound Dog’ Taylor nació el 12 de abril de 1915 en Natchez, Mississippi. Llegó a Chicago en 1942, trabajó en una fábrica y comenzó a actuar los fines de semana en el Maxwell Street Market.
Con un slide de acero en el quinto de sus seis dedos (verdadero), tocando una guitarra baratísima con un amplificador destartalado, y acompañado tan solo por una segunda guitarra y batería.
Hound Dog Taylor & The HouseRockers interpretaron el blues más crudo, rudo y alegre de Chicago. Los oí por primera vez en Florence’s Lounge y estaba decidido a grabarlos. ¡Su música tenía que ser escuchada!
No pude lograr que un sello establecido se interesara, por lo que Alligator Records se fundó hace cincuenta y dos años con el único propósito de grabar a Hound Dog.
Cuando el mundo lo descubrió, pasó de tocar en pequeños clubes de Windy City al Philharmonic Hall en Nueva York e incluso realizó una gira por Australia antes de su muerte el 17 de diciembre de 1975.
Hound Dog declaró: “Cuando muera, dirán: ‘No podía tocar una mierda, ¡pero seguro que la hizo sonar bien!’”.
Seguro que lo hizo.
¿Hace falta tener seis dedos en la mano izquierda para tocar la slide con propiedad? Seguramente no, pero tal vez ese fue uno de los secretos del sonido crudo de Hound Dog Taylor.
Junto a The HouseRockers, construyó un estilo basado en los boogies espídicos, y aunque nunca fue una estrella como sus colegas Muddy Waters y Howlin’ Wolf, su legado mereció un álbum de homenaje en 1997.
En Hound Dog Taylor. A Tribute, publicado por Alligator, coincidían los viejos amigos de Taylor, los fans testigos de sus conciertos y los jóvenes que lo conocieron a través de sus grabaciones.
Algunos se limitaban a descargar explosivas ráfagas de slide, como Luther Allison (Give Me Back My Wig), Bob Margolin (el arrollador blues-rock See Me In The Evening) y Dave Hole (el desenfrenado Hawaiian Boogie).
Lo mismo hacían George Thorogood (con el sabor chuckberrieresco de I Just Can’t Make It), Cub Koda (Take Five, con los HouseRockers), y Lil’ Ed & The Blues Imperials (It’s Alright).
Otros optaban por la sutileza, como Son Seals (el sensual honky tonk Sadie) y Magic Slim & The Teardrops (el reposado Freddie’s Blues), o por los ritmos lisérgicos, como Elvin Bishop (Let’s Get Funky) y Michael Hill’s Blues Mob (She’s Gone).
Y unos pocos conseguían personalizar el legado de Taylor para crear originales propuestas, como Sonny Landreth acentuando los toques cajun en Taylor’s Rock, y Gov’t Mule, con el pirotécnico hard slide Gonna Send You Back To Georgia.
También sorprendían con sus adaptaciones Vernon Reid & Alvin Youngblood Hart, con la deliciosamente acústica It’s Alright, y Ronnie Earl, con la elegante Wayward Angel.
Aunque habría sido interesante contar con otros magos de la slide como Bob Brozman, Bonnie Raitt e incluso Ry Cooder, Hound Dog Taylor. A Tribute era, como mínimo, resultón.
En 2021, el trío de blues eléctrico GA–20, integrado por el guitarrista Matthew Stubbs, el guitarrista y cantante Pat Faherty y el batería Tim Carman, publicó el álbum de versiones Try It… You Might Like It!, con el subtítulo GA-20 Does Hound Dog Taylor, y la foto de la mano izquierda del bluesman en la portada.