Todos aquellos que creyeron que el debut de Justin Vernon como Bon Iver era insuperable (yo mismo) deberían claudicar ante la evidencia: Joe Westerlund y los hermanos Brad y Phil Cook, sus excompañeros en el grupo DeYarmond Edison, han llegado aún más lejos con su segundo álbum como Megafaun, Gather, Form & Fly (2009).
¿Cómo? Nada menos que reinventando la tradición del folk norteamericano al introducir elementos ajenos: según sus propias palabras, del free jazz a la electrónica disonante de los años cincuenta, de la música concreta a los ritmos africanos y cubanos, para crear lo que denominan su “propia tradición folk”.
Megafaun basa su trabajo en la improvisación, y por eso, más que una simple colección de canciones, su álbum es una sucesión de estampas sonoras en las cuales la parte instrumental predomina sobre unas voces que, eso sí, cuando aparecen, evocan las armonías al estilo de Crosby, Stills & Nash.
Y es que, junto a la bella ortodoxia de temas de country-folk más o menos convencionales como el luminoso The Fade, Worried Mind, The Longest Day (con pajaritos finales), el telúrico y tribal cántico de los Apalaches The Process, el arrastrado Solid Ground (sumergido en el country-blues pantanoso con su poderosa armónica) e incluso Kaufman’s Ballad (la historia del road manager que robó el cuerpo de Gram Parsons), el trío sorprende cuando recurre a otras fuentes, más allá del banjo protagonista en gran parte de los cortes.
Así, en Darkest Hour pintan un paisaje mezclando diversos tipos de líquidos (lluvia, ¿una meada?, una gota malaya, unas olas) con ritmos repetitivos, cantos de pájaros, distorsiones y cánticos a capela; en el alegre Columns las elaboradas percusiones, casi africanas, y las armonías vocales se paran bruscamente para dar paso a ruidos, y en Guns repiten la jugada al invadir de drones un agradable folk-pop. En definitiva, nada que ver con Bon Iver: solo se acercan a él en la balada a ritmo de canción de cuna Tides… y poco más.
Una oda a la muerte, al amor, a la historia musical, a la tradición, a la melodía y a la experimentación: así describen su trabajo los Megafaun. Más allá de calificativos, si hay alguna cosa clara es que Gather, Form & Fly es uno de los mejores álbumes de 2009.
thumbs up!!!
tan simples i tan complexes, la versió del NY sembla de escola primaria, però li dona una altra vida.