
Considerado como el intérprete más creativo e innovador del blues blanco, Stevie Ray Vaughan es una leyenda que marcó un punto y aparte y cuyos hallazgos aún no han sido superados, aunque sí copiados: en su Texas natal, dicen que cuando un guitarrista no quiere parecerse a él está loco.
Stevie Ray, nacido el 3 de octubre de 1954 en Dallas, empezó a tocar la guitarra influido por su hermano mayor, Jimmie Vaughan, y llevó su imagen característica (sombrero de ala ancha, botas de piel de serpiente y tatuaje de pavo real en el pecho) a multitud de escenarios antes de conmocionar en 1982 el Festival de Montreux: a partir de ese momento, el salto y la fama internacional.
Un deslumbrado David Bowie lo llamó para su álbum Let’s Dance (1983), donde tocó la guitarra en seis de sus ocho cortes, y le pidió que participara en su Serious Moonlight Tour, aunque por problemas contractuales al final no lo hizo. Sin embargo, llegó a realizar los ensayos de la gira, recogidos en un doble álbum pirata, Dallas Moonlight (1983).
Pocos meses después, el cazatalentos John Hammond le propuso grabar su debut, Texas Flood (1983), junto a sus inseparables Double Trouble (Chris Layton y Tommy Shannon). Le siguió Couldn’t Stand The Weather (1984), uno de sus álbumes más populares.
Victorioso en su lucha contra sus demonios (drogas y alcohol), Stevie Ray construyó una brillante carrera a lo largo de varios discos: Soul To Soul (1985), el directo Live Alive (1986), In Step (1989), Family Style (1990; con su hermano Jimmie, firmado como The Vaughan Brothers) y el póstumo The Sky Is Crying (1991).
Pero el éxito se vio truncado bruscamente por su muerte en un accidente de helicóptero con solo 35 años, el 27 de agosto de 1990, cuando regresaba de un concierto en Wisconsin, donde había tocado junto a Eric Clapton, Robert Cray, Buddy Guy y su hermano Jimmie.
Tras su desaparición, se produjo ese fenómeno inexplicable que solo ocurre en el mundo de la música: la publicación de innumerables discos póstumos. The Sky Is Crying abrió la brecha de otras grabaciones inéditas, como los directos In The Beginning (1982), Live At Carnegie Hall (1987), In Session (1999, con Albert King) y Live At Montreux 1982 & 1985 (2001), y los recopilatorios Greatest Hits (1995), The Real Deal. Greatest Hits Volume 2 (1999) y Solos, Sessions & Encores (2007), entre otros.
Más que nadie, este «chico blanco tratando de imitar a Albert King», como solía describirse a sí mismo, merecía un tributo. En 1993 apareció un lamentable Hats Off To Stevie Ray, donde guitarristas como Pat Travers, Frank Marino y Rick Derringer recreaban la faceta más pirotécnica de Stevie Ray, fusilando su estilo sin compasión.
Finalmente, Jimmie Vaughan reunió el 11 de mayo de 1995 en Austin a «héroes y amigos» de su hermano, para rendirle un sentido homenaje en un concierto que daría lugar a un disco y a un vídeo, A Tribute To Stevie Ray Vaughan (1996). Jimmie solo les pidió una cosa: que no lo imitaran, sino que actuaran con su propio estilo. El resultado fue sorprendente: uno de los mejores álbumes de homenaje jamás grabados, donde se nota el cariño hacia Vaughan.
Obviamente, entre los participantes no faltaron quienes compartieron escenario por última vez con Stevie Ray: Eric Clapton recuperó algo de su dignidad con Ain’t Gone’n’Give Up On Your Love, pero el encanto desaparecía cuando entonaba con su insultante acento inglés; Buddy Guy practicó verdaderas diabluras con la guitarra en Long Way From Home; Robert Cray hizo una relectura del Love Struck Baby en clave Chuck Berry; y Jimmie, junto a los Double Trouble, aplicó su estilo depurado al Texas Flood, demostrando que el blues forma parte de los genes de los Vaughan.
El reparto estelar se completaba con la pelirroja Bonnie Raitt, echando chispas con su slide en Pride And Joy; B.B. King, construyendo un musculoso Telephone Song con toques funk; y Dr. John, transformando Cold Shot en un rhythm’n’blues a lo Nueva Orleans. Al final, los participantes (además del teclista Art Neville) se reunían en el emotivo Six Strings Down, en el soul-gospel Tick Tock, y en el improvisado SRV Shuffle, una batalla de guitarras donde todos pugnaban por superarse.
En 2014, el programa ‘Austin City Limits’, el más longevo de la televisión norteamericana y donde Stevie Ray forjó su fama con diversas apariciones a través de los años, celebró su 40º aniversario con un programa especial de dos horas con un tramo final dedicado al guitarrista.
En él participaron algunos de sus discípulos –Kenny Wayne Shepherd, Doyle Bramhall II– junto a algunos de sus mentores y amigos -Buddy Guy- y los Double Trouble, recreando algunos de los temas que popularizó, como The House is Rockin’, Pride And Joy y Texas Flood (en el vídeo superior).
Finalmente, en abril de 2015 fue incluido con los Double Trouble en el Rock And Roll Hall Of Fame, donde recibió el premio su hermano Jimmie. Junto a los Double Trouble, John Mayer, Gary Clark Jr. y Doyle Bramhall II intepretaron alguno de los éxitos de Stevie Ray.
Pese a su enorme influencia (como vimos en la anterior sesión) y todos esos reconocimientos, en España sigue inédita la primera biografía que se le dedicó, Stevie Ray Vaughan. Caught In The Crossfire (Joe Nick Patoski y Bill Crawford, 1993).

