
Scotty Moore (1931-2016), el guitarrista original de Elvis Presley, murió ayer en Nashville a los 84 años. Le recordamos con la crítica de su álbum All The Kings’s Men (1997), grabado junto a otro de los componentes del primer grupo del rey del rock, el batería DJ Fontana.
La fama trastorna a las personas: eso es lo que le debió ocurrir a Elvis Presley cuando, tras ser fichado por RCA, llamó a sus músicos habituales (el guitarrista Scotty Moore, el batería DJ Fontana y el bajista Bill Black), y les ofreció menos dinero por semana que lo que solían ganar en un único día en Nashville. El resultado: la que fue considerada como «la banda de rock’n’roll más grande del mundo» se separó.
Moore, además de haber sido el primer manager de Elvis (antes del mafioso coronel Parker) participó, junto a Fontana y Black, en algunas de las mejores grabaciones del rey de rock, como That’s Alright Mama y Mystery Train.

Los miembros de la banda original de Elvis volvieron a unir sus fuerzas en 1997 en All The King’s Men. Contrariamente a lo que pueda parecer por su título y su portada, no se trataba de otro homenaje a Presley, sino de un tributo a la diversidad de influencias y estilos que forjaron una época.
Moore y Fontana, cuya presencia no dejaba de ser testimonial, recurrieron a un puñado de buenos músicos para revivir ese sonido, no a través de versiones, sino de canciones originales. En el álbum encontramos a figuras procedentes del country, como The Mavericks (con un impecable I Told You So donde Raul Malo se lucóa con su voz impostada); Joe Ely (en el trotón honky tonk I’m Gonna Strangle You Shorty, junto al bajista de Stray Cats, Lee Rocker); Steve Earle (con otro honky tonk, Hot Enough For Ya); o el otrora imitador de Elvis, Ronnie Mc Dowell (con la balada Soulmates con The Jordanaires).
Otros de los participantes en al álbum procedían del blues, como Tracy Nelson y Joe Louis Walker (con el vigoroso Strange Love), y también del pop, como Cheap Trick y The Bodeans (con Locked Up In The State Of Illinois, evocando las mejores canciones de Buddy Holly).

Y no podían faltar algunas leyendas del rock: era el caso de los guitarristas de los Rolling Stones, Keith Richards, junto a The Band (con el rock’n’roll Deuce & A Quarter), y Ron Wood, junto a Jeff Beck.
Los veteranos Moore y Fontana se reservaron sus minutos de gloria en el sensual honky tonk Goin’ Back To Memphis.
En el fondo, todo quedó como una reunión de amigos unidos por su fascinación por el rock’n’roll clásico y sus múltiples variantes.