
Hoy, 18 de agosto, se cumple un año de la muerte de mi padre a los 83 años. Cuando Ciudad Criolla aún se emitía a través de Radio Gladys Palmera dediqué el primer programa de septiembre a su memoria.
Por eso es la ocasión perfecta para recuperar esa sesión, titulada intencionadamente En el nombre del padre. Una sesión con dos partes muy diferenciadas: la primera, con temas sobre la figura del padre en general; la segunda, mucho más personal, con canciones relacionadas con sus aficiones o con las situaciones concretas previas y posteriores a su fallecimiento.
A pesar de la tristeza del momento, creo que fue una buena selección, y el punto de partida hacia una nueva etapa de Ciudad Criolla abierta a sonidos más allá de Nueva Orleans.