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Mary Gauthier, desfile de almas abolladas

Canciones desde la oscuridad. Foto: Alexa Kinigopoulos

La cantautora de Nueva Orleans reedita hoy su segundo álbum, Drag Queens in Limousines, por primera vez en vinilo –en color rojo rubí y en tirada limitada–, para celebrar el 25º aniversario de su publicación. Es una buena excusa para repasar la carrera de esta atípica artista.

La tesis es terrorífica, pero a ver quién es el valiente que se atreve a rebatirla: en el excelente documental Searching For The Wrong-Eyed Jesus (Andrew Douglas, 2003), Jim White establecía que si vives en el profundo sur de los Estados Unidos solo tienes dos caminos a seguir: el bien o el mal.

Dicho de otro modo: o te conviertes en un devoto servidor del Dios más severo, o en un sangriento criminal. La iglesia o la cárcel, no hay otros escenarios posibles. Pese a esa aplastante evidencia, existe una tercera vía, la artística, aunque no está desvinculada de las anteriores.

¿Pruebas? En el caso de Mary Gauthier, las que hagan falta. La cantautora de Luisiana ha luchado contra sus demonios particulares (las adicciones a las drogas y al alcohol), cumplió los 18 años entre rejas, emergió de la oscuridad, y se consagró como una respetada cocinera al frente de su restaurante cajun.

¿Y la música? Mary no escribió su primera canción hasta los 35 años, cuando estaba limpia y sobria. Comparada con Townes Van Zandt, John Prine y Lucinda Williams, ha sabido utilizar las experiencias de su complicada vida para convertirlas en extraordinarias canciones llenas de lucidez.

Tras editar en distintos sellos independientes sus primeros tres discos –Dixie Kitchen (1997) –en el que trataba “sobre temas nunca antes abordados en el country”, Drag Queens in Limousines (1999) y Filth & Fire (2002)–, Mercy Now (2005), su debut en la escudería Lost Highway, la dio a conocer como se merecía.

En su cuarto álbum, producido como el previo por Gurf Morlix, excolaborador de Lucinda Williams, Mary afianzó su condición de truth teller a través de canciones literarias y góticas sobre vidas malgastadas, personajes desolados y esperanzas frustradas que reflejaban su propia existencia, pero también la de muchos otros.

Al dar a los protagonistas de sus relatos un rico entorno musical, gracias a la colaboración de, entre otros, Ray Bonneville (armónica), Patty Griffin (coros), Ian McLagan (órgano) y el propio Morlix (guitarra acústica, pedal steel, etc.), añadió profundidad a las canciones y convirtió a Mercy Now en uno de sus mejores trabajos.

El debut para Lost Highway

Con su country-folk medio cantado medio recitado, destacaba en la tristona Falling Out Of Love, sobre los peligros de enamorarse, como si de una Marianne Faithfull wéstern se tratara; en la preciosa Mercy Now, donde dulcificaba su voz, y en la excelente I Drink, con méritos para convertirse en un clásico de barra de bar.

También brillaba en Wheel Inside The Wheel, conducido por un banjo, una descripción de los personajes habituales del Mardi Gras como una metáfora del desfile de almas, y en el grandioso y ortodoxo two step de Harlan Howard Just Say She’s A Rhymer, con violín y pedal steel.

Y tampoco podemos olvidar otros momentos gloriosos como el trotón country-rock Prayer Without Words, con órgano Hammond soulero, y la crepuscular Your Sister Cried (compuesta por Fred Eaglesmith), con una pedal steel tan llorosa como la hermana del título.

Que Joe Henry es uno de los productores más cotizados, y que todo lo que toca es sinónimo de calidad es algo sabido, y en estas páginas ya se ha contado. Para Between Daylight and Dark (2007), su siguiente disco en Lost Highway, la cantautora no dudó en ponerse en sus manos.

La feliz reunión con Joe Henry

Grabado con la mayoría de músicos que participaron en su Civilians (2007) y en Strange Weirdos (2007) de Loudon Wainwright IIIPatrick Warren, Jay Bellerose, Greg Leisz y David Piltch–, Henry logró envolver las duras canciones de Mary con un sonido orgánico, entre el folk acústico y el country-góspel sureño, atmosférico en ocasiones, telúrico e inquietante en otras.

Desde un punto de vista lírico, la cantante aseguraba que “he madurado, y mis composiciones han madurado. Estas nuevas canciones, aunque aún me introduzca en cada una de ellas, se han convertido en mucho menos biográficas y más descriptivas”. Su quinto álbum empezaba fuerte con un Snakebit de sonido casi tribal, como salido de las entrañas de la tierra.

Luego, recuperaba el carácter de storyteller en The Last of the Hobo Kings, y se mecía con baladas entre el country y el folk como la desesperada Can’t Find the Way (inspirada en la tragedia del Katrina, con el piano de Van Dyke Parks), Between Daylight and Dark (coescrita con Eaglesmith), la carcelaria Thanksgiving, y la preciosa Soft Place To Land (con coros de Wainwright).

Como escribió la revista Paste en su momento, Between Daylight and Dark era “un triunfo que debería catapultar a Mary Gauthier al frente de los cantautores de americana”.

La de Nueva Orleans no se ha prodigado en exceso a la hora de lanzar álbumes. Tras Between Daylight and Dark ha publicado The Foundling (2010) –producido por Michael Timmins (Cowboy Junkies)–,Trouble & Love (2014), Rifles & Rosary Beads (2018) –coescrito con soldados veteranos– y Dark Enough to See the Stars (2022).

Además, en su corpus discográfico también encontramos el recopilatorio Genesis (The Early Years) (2008) –con temas de sus tres primeros largos–, la colección de demos acústicas The Foundling Alone (2011) y el directo Live at Blue Rock (2013).

Las canciones de Gauthier han sido interpretadas por artistas tan diversos como Amy Helm, Bettye LaVette, Ian Siegal, Bill Chambers, Candi Staton, Kathy Mattea, Bobby Bare y Jimmy Buffett, entre otros. En 2021 relató su experiencia como compositora en el libro autobiográfico Saved by a Song. The Art and Healing Power of Songwriting.

Asimismo, ha participado en tributos como Eaglesmith. The Songs of Fred Eaglesmith. A Tribute (2003), You Don’t Know Me. Rediscovering Eddy Arnold (2013), Link Of Chain. A Songwriters Tribute To Chris Smither (2014), Cold and Bitter Tears. The Songs of Ted Hawkins (2015), More Than A Whisper. Celebrating The Music Of Nanci Griffith (2023), The Power Of The Heart. A Tribute To Lou Reed (2024) y Can’t Steal My Fire. The Songs Of David Olney (2024).

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