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Long John Hunter, el salvaje fronterizo

Long John Hunter, una carrera literalmente forjada en la frontera

El legendario bluesman texano Long John Hunter (1931-2016) representaba el espíritu fronterizo literalmente: durante trece años se convirtió en el rey de El Paso y Juárez, dos ciudades situadas a ambos lados de la frontera. Su blues festivo amansaba al público ruidoso que cruzaba el Río Grande en busca de emociones fuertes fuera de la ley. Billy Gibbons, cantante y guitarrista de ZZ Top, dijo de él que era «un bluesman que merece ser escuchado». Por eso hoy le recordamos.

John T. Hunter, Jr. nació en Ringgold (Louisiana) el 13 de julio de 1931 y su infancia transcurrió entre Arkansas y Texas. No le interesó convertirse en músico profesional hasta los 22 años, cuando sus compañeros en la fábrica de cajas de Beaumont (Texas) donde trabajaba lo llevaron a ver un concierto de B.B. King en el club Raven. Aunque nunca había tocado antes, decidió que quería ser como el dueño de Lucille.

Al día siguiente, se compró una guitarra. Esa misma semana reunió una banda, The Hollywood Bearcats, y pronto desarrolló su propio estilo, mezclando los punteos afilados de los texanos Albert Collins y Clarence Gatemouth Brown con el sonido de B.B. King. En menos de un año, estaba actuando en el Raven.

La creciente reputación de Hunter llegó hasta Houston, donde Don Robey de Duke Records (sello de Gatemouth Brown, Bobby Bland y Junior Parker) le editó su primer single, Crazy Baby / She Used To Be My Woman, en 1954. Aunque no fue un éxito a nivel nacional, sí generó bastante interés para permitirle trabajar a tiempo completo como músico. En 1955 se trasladó a Houston y tocó junto a Little Milton y Johnny Copeland, entre otros.

Un joven Long John Hunter

En 1957 se fue a El Paso, y la misma noche cuando llegó cruzó la frontera a Juárez. En la ciudad mexicana encontró trabajo en The Lobby Bar: le ofrecieron un cheque semanal, apartamento, coche con chófer, ropa y un par de guardaespaldas. Allí lideró una banda -integrada, entre otros, por un guitarrista narcoléptico que se quedaba dormido de pie tras las dos primeras canciones y un cantante que no hablaba ni una palabra de inglés pero memorizaba las letras- durante trece años.

El público era muy variopinto, compuesto por cowboys, soldados, turistas, estudiantes yanquis en busca de sexo y drogas y músicos de gira, incluidos Buddy Holly, Lightnin’ Hopkins, Etta James, Albert Collins y muchos más. En dos ocasiones, James Brown llevó a su banda para verlo en acción: en la segunda, subió al escenario durante un descanso, pero el público le gritó para que se fuera y volviera su héroe, Long John. También se convirtió en mentor de un joven Bobby Fuller (conocido por su versión de I Fought The Law).

Hunter consiguió la popularidad a nivel local no solo por su talento musical, sino por su capacidad para ofrecer un buen espectáculo, algo necesario para mantener la atención de una audiencia ruidosa, con ganas de gresca y altas dosis de alcohol en sangre. Aparte de practicar un blues festivo y bailable, uno de sus trucos favoritos era coger la guitarra por el cuello con una mano mientras seguía tocando. Con la otra, se agarraba a una viga del escenario y se balanceaba, sin perder el ritmo. Esta performance inspiró el título y la portada de su álbum de 1997 Swinging From The Rafters (Colgando de las vigas).

Hunter y sus acrobacias en la portada de "Swinging From The Rafters" (1997)

Aunque había publicado varios singles para el sello Yucca entre 1961 y 1963 (reunidos en Texas Border Town Blues en 1986) y un álbum de poca repercusión en 1985 (Smooth Magic), hasta 1992 no grabó un LP que lo presentara a un público más variado, Ride With Me, con músicos de la escena de Austin como el guitarrista Derek O’Brien, el saxo Kaz Kazanoff, el pianista Johnny Nicholas, la bajista Sarah Brown y el batería George Rains.

En 1996, Hunter fichó por Alligator, y con su debut en ese famoso sello de blues, Border Town Legend, dio a conocer su obra a todo el mundo. Con el siguiente, el antes citado Swinging From The Rafters, pasó de ser un bluesman texano idolatrado a escala local a convertirse en cabeza de cartel en festivales internacionales. En 1999, junto a sus colegas Lonnie Brooks y Phillip Walker, editó Lone Star Shootout.

A partir de entonces, su actividad en los escenarios se incrementó, con conciertos en The Chicago Blues Festival, South By Southwest, San Antonio Cultural Festival o Long Beach Blues Festival, así como numerosas giras por Europa y Estados Unidos. Sus últimos discos fueron One Foot In Texas (2003, junto a su hermano Tom Hunter) y Looking For A Party (2009).

Long John Hunter murió mientras dormía en su casa de Phoenix el pasado 4 de enero a los 84 años. Calificado por Los Angeles Times como «uno de los mejores secretos guardados del blues. Un cantante, guitarrista e intérprete de primera clase salvaje, un talento crudo lleno de energía», con él desaparece una de las pocas leyendas del blues texano en activo que quedaban.

Terminamos con un tema en directo. A pesar de la deficiente calidad de imagen y sonido, nos muestra un ejemplo del estilo de Long John Hunter con uno de sus mayores éxitos, El Paso Rock.

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