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Jason Ringenberg, llámalo cowpunk

Solo con su guitarra, como actuará en España. Foto: Scott Willis

Su papel decisivo como creador del country-punk e instigador del alt. country y la americana al frente de The Scorchers es indiscutible. Con motivo de su próxima gira por los escenarios españoles, recordamos su carrera con la banda, pero también en solitario.

Sin rupturas, los estilos musicales no evolucionarían y quedarían estancados. El country no escapa a este planteamiento, y en las últimas décadas ha sufrido diversas brechas: a una de esas rupturas la bautizaron como cowpunk, y fue encabezada por el grupo Jason & The Scorchers.

Para combatir el statu quo de Nashville, Jason Ringenberg (voz, guitarra y armónica) –con Warner Hodges (guitarra), Jeff Johnson (bajo) y Perry Baggs (batería)– construyó un sonido que mezclaba la potencia de The Clash con las influencias de Hank Williams, Bob Dylan y Jerry Lee Lewis, etiquetado como country-punk.

Jeff, Jason, Warner y Perry en 1996. Foto: Jim Herrington

Su primera declaración de intenciones fue el EP autoeditado Reckless Country Soul (1982). Después de fichar por el sello EMI, llegaría otro mini LP, Fervor (1983), y el primer álbum, el seminal Lost & Found (1985).

En 1990, tras Still Standing (1986) y Thunder And Fire (1989), los Scorchers se escindieron… para volver a reagruparse pocos años después con la formación original para una gira.

Su regreso discográfico fue A Blazing Grace (1995), seguido por Clear Impetuous Morning (1996), el doble directo Midnight Roads & Stages Seen (1998) y Halcyon Times (2010), entre separaciones y reencuentros.

Para recordar lo que significaron Jason & The Scorchers, la serie Acoustic Highway de EMI reunió en Both Sides Of The Line (1996) los discos Fervor y Lost & Found, lo mejor de su primera etapa.

Lo mejor de la primera época Scorcher, reunido en un álbum

La compilación se abría con una incendiaria revisión del Absolutely Sweet Marie de Dylan, y proseguía con el rockabilly desquiciado de Help There’s A Fire y I Can’t Help Myself, que permitía al grupo afilar sus guitarras y a Jason desvariar con su voz.

Sin embargo, eran las canciones pertenecientes a Lost & Found las que demostraban mejor su hallazgo: el honky tonk acelerado con guiños a Chuck Berry (If Money Talks) y las versiones centrifugadas tras un muro de guitarras (el I Really Don’t Want To Know de Eddy Arnold y el Lost Highway de Hank Williams).

También sobresalían las baladas quebradas por los cambios de ritmo (Broken Whiskey Glass), las perversiones del bluegrass (Blanket Of Sorrow) y las muestras de respeto al formato acústico (Far Behind).

Con sus primeros trabajos, Jason & The Scorchers profetizaron una escena musical donde convive la energía del rock con la instrumentación del country, y que cuenta hoy en día con numerosos adeptos. Su semilla dio frutos.

Brillante también en solitario

. La vida más allá de los Scorchers. Foto: Scott Willis

Tras la separación en 1990 de la banda que lideraba, Jason Ringenberg reapareció como solista con el debut One Foot In The Honky Tonk (1992), un excelente trabajo de country comme il faut.

Con la excusa de la presentación de su segundo disco A Pocketful Of Soul (2000), se embarcó en una gira en solitario. Sin embargo, a la menor oportunidad acababa con una jam con otros músicos. De ese espíritu de colaboración surgió All Over Creation (2002), donde reunió a algunos de sus amigos y artistas conocidos.

Respaldado por los multinstrumentistas George Bradfute y Fats Kaplin, nos regaló una caja de sorpresas estilística, donde estaban presentes todos sus amores: desde el country tradicional más ortodoxo hasta el cowpunk que creó al frente de los Scorchers.

Uno de los álbumes más destacados de Jason como solista

Y es que en All Over Creation nos topamos con rockabilly explosivo (Honky Tonk Maniac From Mars, con Hamell On Trial) y hillbilly acústico puro y duro (el I Dreamed My Baby Came Home de George Jones & Melba Montgomery, con Kristi Rose).

También con canciones narrativas (la épica Bible And A Gun, con Steve Earle) y enérgico roots rock al estilo Scorchers (Too High To See, con Tommy Womack; James Dean’s Car, con Todd Snider, y One Less Heartache, con los británicos The Wildhearts).

Y no faltaban el honky tonk trotón (el Don’t Come Home A Drinkin’ de Loretta Lynn, con BR549), los cánticos bluegrass (el Mother Of Earth de The Gun Club, con Kristi Rose) y hasta las baladas históricas (el lacónico Erin’s Seed, con Lambchop).

El trabajo más reciente de Ringenberg

A pesar de la variedad de estilos e invitados, Jason se erigió en el protagonista y volvió a demostrar su doble talento como compositor y cantante. Con discos como este, su papel como creador del cowpunk e instigador del alt. country y la americana quedó claro.

Tras All Over Creation, Ringenberg lanzó los álbumes Empire Builders (2004), Stand Tall (2019) y The Roots Of Stand Tall (2020), con las demos del anterior. Su trabajo más reciente es Rhinestoned (2021), publicado en España por el sello Folc Records.

De forma paralela, creó el personaje de Farmer Jason, dedicado a interpretar canciones para niños, con el que debutó con A Day At The Farm With Farmer Jason (2003), al que seguirían tres álbumes más.

Jason Ringenberg actuará (solo con su guitarra) el 25 de mayo en Valencia (16 Toneladas), el 26 en Zaragoza (Sala Z), el 27 en Vitoria-Gasteiz (HellDorado), el 28 en Liérganes (Whiskey Bar Los Picos), el 31 en Madrid (Fun House) y el 1 de junio en Barcelona (Laut).

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