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Koko Taylor, la vieja escuela de Chicago

Aunque nos dejó en 2009, seguimos recordándola gracias a sus grabaciones. La que fue considerada por muchos “Reina del blues de Chicago” nació tal día como hoy en 1928 en una granja cerca de Memphis. Por eso recuperamos su último disco en estudio, Old School.

«Este álbum es hardcore blues… el tipo de blues que escuchaba en el sur y cuando llegué por primera vez a Chicago», aseguraba Koko Taylor. Más claro, imposible: en su primer disco en siete años desde Royal Blue (2000) y tras superar graves problemas de salud, la Reina del Blues se inspiró en el sonido y el espíritu del Chicago de los años cincuenta.

Y de ahí el título de Old School: qué mejor para describir una colección donde junto a cinco originales de Taylor encontramos versiones de Memphis Minnie (Black Rat, rebautizado como Black Rat Swing cuando se incluyó en el álbum de tributo … First Came Memphis Minnie de 2012), Lefty Dizz (Bad Avenue), Magic Sam (All Your Love) y Willie Dixon (Don’t Go No Further, Young Fashioned Ways), entre otras.

Acompañada por su habitual Blues Machine, o con dos formaciones diferentes con los guitarristas Bob Margolin y Criss Johnson y el armonicista Billy Branch, Koko desplegaba su todavía poderosa y rugiente voz en arrolladores rhythm’n’blues (Piece Of Man, Better Watch Your Step) y slows tabernarios (Bad Avenue), entre saxos sensuales (Don’t Go No Further) y guitarras que emulaban el cacareo de una gallina (Bad Rooster).

Old School fue un buen disco de blues de Chicago de la vieja escuela a cargo de una casi octogenaria cantante aún en activo en ese momento –solo dos años antes de su muerte el 3 de junio de 2009 cuando contaba 80 años–, y su última grabación.

Nacida como Cora Anna Walton en una granja en las afueras de Memphis el 28 de septiembre de 1928, Koko –apodada así por su amor por el chocolate– se enamoró de la música desde pequeña. Inspirada por el góspel y por los disc jockeys de blues de la WDIA B.B. King y Rufus Thomas, comenzó a cantar. En 1952, Taylor y su futuro esposo, Robert «Pops» Taylor, viajaron a Chicago con solo «treinta y cinco centavos y una caja de galletas Ritz», según Koko.

En Chicago, «Pops» trabajaba para una empresa de embalaje y Koko limpiaba casas. Juntos frecuentaban los clubes de blues todas las noches. Alentada por su esposo, Koko empezó a colaborar con las mejores bandas locales. Una noche de 1962, el arreglista y compositor Willie Dixon se acercó a Koko. Abrumado por su actuación, consiguió para ella un contrato de grabación con Chess Records, donde le produjo varios sencillos, dos álbumes y escribió Wang Dang Doodle, su éxito millonario en ventas de 1965 que se convertiría en la canción insignia de Taylor.

Tras la venta de Chess, Koko fichó con Alligator Records de Chicago en 1975 y lanzó I Got What It Takes ese mismo año. Grabó ocho álbumes más para ese sello entre 1978 y 2007 e hizo numerosas apariciones como invitada en varios álbumes de tributo, como Blues Down Deep. The Songs Of Janis Joplin (1997) y Blues Power. Songs of Eric Clapton (1999). También apareció en las películas Corazón salvaje (David Lynch, 1990) y Blues Brothers 2000 (John Landis, 1998).

Durante su carrera de más de cuarenta años, recibió todos los premios de blues y fue una de las pocas mujeres que tuvo éxito en un género dominado por los hombres. Llevó su música de los pequeños clubes del South Side de Chicago a salas de conciertos y festivales de todo el mundo. Compartió escenario con todas las grandes estrellas del blues, incluidos Muddy Waters, Howlin’ Wolf, B.B. King, Junior Wells y Buddy Guy.

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