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Piano: de los templos del placer a los escenarios

Meade Lux Lewis, apoyado en el piano, escuchando a su maestro Jimmy Yancey
Meade Lux Lewis, apoyado en el piano, escuchando a su maestro Jimmy Yancey

Considerado el instrumento por excelencia de los cabarets y otros templos consagrados al placer desde principios del siglo XX, el piano fue uno de los sonidos preponderantes del blues hasta que la amplificación de las guitarras lo relegó, desgraciadamente, a un segundo plano.

Los músicos de blues y de jazz transformaron rápidamente el sonido de este instrumento «noble», bastante poco flexible, utilizando procedimientos muy diversos. El más conocido consistía en envolver los macillos con trapos para obtener una nota lo suficientemente suave para acercarla a las blue notes, esenciales en el blues.

Varias corrientes simultáneas se desarrollaron entre los pianistas afroamericanos: el ragtime, más ligero, que de hecho se identificó muy rápidamente con el jazz propiamente dicho; el boogie woogie, potente y agresivo, caracterizado por un acompañamiento percusivo y por el esquema del blues en doce compases, extendido en el profundo sur, en los estados de Mississippi, Alabama y Louisiana y considerado una gran influencia en el jazz, el blues moderno y el rock’n’roll por su tremenda carga swing; y el barrelhouse -llamado así por el lugar donde surgió, el barrelhouse o establecimiento de baja estofa donde se servía sobre todo cerveza y brandy casero, directamente desde el tonel (barrel)-, que era de hecho la base del boogie woogie y que constituye el estilo de piano blues por excelencia al mezclar los dos precedentes.

La lista de los grandes pianistas de blues es muy extensa; aun así, se pueden citar como los creadores más importantes a Walter Roland (1902-1972), Roosevelt Sykes (1906-1983), Leroy Carr (1905-1935), Charles Brown (1922-1999), Floyd Dixon (1929-2006), Memphis Slim (1915-1988) y, sobre todo, Big Maceo (1905-1953), quien consiguió realizar una síntesis brillante de todos los estilos de piano blues que le habían precedido. Su influencia fue considerable sobre la mayoría de pianistas de blues desde 1945, especialmente en el talentoso y sensible Otis Spann (1930-1970).

Albert Ammons y Pete Johnson, dos maestros del boogie woogie

Por otra parte, entre los representantes más destacados del boogie woogie, es preciso recordar los nombres de Clarence Pinetop Smith (1904-1929), Charlie Cow Cow Davenport (1894-1955), Jimmy Yancey (1894-1951; autoproclamado como «inventor del boogie woogie»), Pete Johnson (1904-1967), Cripple Clarence Lofton (1887-1957), Albert Ammons (1907-1949) y Meade Lux Lewis (1905-1964), entre muchos otros.

Actualmente, un puñado de pianistas demuestran aún tener una especial pericia y una gran simpatía por el blues: Henry Gray, Ron Levy, Marcia Ball, Mitch Woods… Desgraciadamente, el piano ha sido poco a poco substituido por teclados eléctricos y sintetizadores.

Una mención especial la merecen los pianistas de Nueva Orleans: desde Jelly Roll Morton (1890-1941), la ciudad de Louisiana se convirtió en una poderosa reserva de pianistas, con grandes representantes como Cousin Joe (1907-1989), Champion Jack Dupree, Professor Longhair, Fats Domino, Allen Toussaint, Dr. John, Ellis Marsalis, Henry Butler, Jon Cleary y un largo etcétera.

Precisamente aquí tenemos a Jon Cleary contándonos de forma improvisada la historia de los diferentes estilos de piano de Nueva Orleans, desde su casa en esa ciudad dos meses después del Katrina. El vídeo es un bonus track de la edición en DVD del documental de Robert Mugge New Orleans Music In Exile (2006).

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