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Billy Bob Thornton: y, además, canta

Billy Bob, con J.D. Andrew y Teddy Andreadis, en una de las formaciones de The Boxmasters

Nos asombra como actor –si no has visto su reciente serie Goliath, ¿a qué esperas?–, y los más cinéfilos resaltan su pericia tras las cámaras. Pero eso no es todo: el de Arkansas también es un músico veterano, con varios discos como solista y como líder de grupo. Te descubrimos esta faceta desconocida por muchos.

Billy Bob Thornton es digno de admiración: primero, por su triple talento como actor, guionista y director. Así, nos ha regalado grandes interpretaciones: el retrasado de Sling Blade (dirigida por él, 1996), el barbero de The Man Who Wasn’t There (Joel Coen, 2001), el sheriff racista de Monster’s Ball (Marc Forster, 2001) y, más recientemente, el abogado de la magnífica serie Goliath (2016-2021, Amazon Prime).

Por si fuera poco, también es músico, con unos resultados que superan con creces los caprichos de otros actores-cantantes. En alguna ocasión ha declarado que “nunca pretendí ser una estrella de cine, ocurrió accidentalmente. La música es lo que yo amo”. Billy Bob aprendió a tocar la batería a los 9 años, acompañando al grupo de country de su tío.

Después de actuar durante toda la escuela secundaria, empezó a tocar en varias bandas: la más destacada, Tres Hombres, un trío de tributo a ZZ Top creado en 1982 junto con los hermanos Mike y Nick Shipp, con el que telonearon a Humble Pie, MC5, Hank Williams Jr. y Ted Nugent, entre otros, y publicaron un álbum, Gunslinger (1983).

Portada del único album de Tres Hombres

Pero Thornton pronto dejó los conciertos y se fue a California para iniciar su carrera de actor, con esporádicas colaboraciones musicales, como en el LP de debut del grupo sudafricano Jack Hammer, Jack Of All Trades (1987), como cantante invitado y baterista.

A primeros de los 2000, cuando ya había conseguido labrarse un nombre en Hollywood, decidió regresar a su primer amor, la música. Durante una estancia en Nashville, volvió a un estudio de grabación y tocó con artistas locales. Pronto empezaría a componer las canciones de su debut en solitario.

Y empezó a lo grande: Private Radio (2001) fue lanzado por el prestigioso sello de alt country y americana Lost Highway, hogar de artistas como Ryan Adams, Lucinda Williams, Lyle Lovett, Shelby Lynne y Willie Nelson, entre otros, además de publicar la mítica banda sonora de O Brother, Where Art Thou? (2003).

La portada americana de «Private Radio»

Thornton recurrió a sus amigos: Marty Stuart –autor del score de su filme All The Pretty Horses (2000)–, como productor y coautor de la mayoría de temas, además de aportar guitarra y mandolina; Dwight Yoakam –quien actuó en Sling Blade– y Randy Scruggs. Stuart contó que la grabación surgió de forma espontánea: “Yo tocaré y tú me cuentas una historia», le dijo a Billy Bob.

Y esa fue la clave de Private Radio, un álbum estructurado como una colección de relatos cortos, con un estilo calificado como «gótico sureño». Es importante destacar este carácter narrativo: hijo de los sesenta y autodefinido como hippie, Billy Bob considera su música como una extensión de su deseo de contar historias del hombre común, a través de canciones a veces oscuras que reflejan sus variadas influencias y las experiencias de su propia vida.

Thornton se inspiraba en discos de rebeldes como Waylon Jennings. Su voz grave y profunda, descrita como «un cruce entre Leonard Cohen y Tom Pettty» por Rolling Stone, está curtida por años al frente de bandas de carretera, y su talento como guionista se traducía en unas letras cinematográficas. No es extraño que recibiera los elogios de Robbie Robertson y Earl Scruggs.

Una de las mejores canciones de «Private Radio»

Las canciones de Private Radio eran relatos donde el actor y el cantante se fundían en uno: Dark And Mad, el cuento de un recluso que enloquecía a causa de su soledad; Angelina (dedicada a Angelina Jolie y coescrita con Scruggs); Your Blue Shadow, otra oda a su entonces esposa de guiños soul; Private Radio, una balada folk sobre los demonios que habitan en la mente, y Beauty At The Back Door, una narración con recuerdos de su niñez.

Los mejores momentos del álbum los encontrábamos en Forever, una conversación telefónica a ritmo de sensual y pausado jazz-blues; en la emotiva y susurrante balada Starlight Lounge (coescrita con Yoakam) a dúo con Holly Lamar; en el acelerado honky tonk Smoking In Bed, y en el hillbilly añejo That Mountain.

Para dejar claras sus influencias, nos obsequiaba con dos versiones: el He Was A Friend Of Mine de The Byrds y el Lost Highway de Hank Williams, el tema donde se lucía más como cantante, en una adaptación muy ortodoxa en la que no faltaba la pedal steel de Don Helms, colaborador habitual del desaparecido Hank. Como dijo Johnny Cash, «escuchar el disco de Billy Bob es como escuchar a un viejo amigo que vuelve a casa».

Después de Private Radio, y siempre en ese terreno entre el country-rock, el roots rock y la americana, con ecos de Dave Alvin, vendría The Edge Of The World (2003), con colaboradores como su amigo Warren Zevon y su excompañero en Tres Hombres, Mike Shipp, además de Marty Stuart y Daniel Lanois, con versiones del Everybody’s Talking popularizado por Harry Nilsson y del Baby Can I Hold You de Tracy Chapman.

Le seguirían Hobo (2005) –con un featuring de Dwight Yoakam y una nueva versión de Your Blue Shadow– y Beautiful Door (2007), con Graham Nash aportando voces. De este disco, Kris Kristofferson dijo: “Billy Bob es uno de los verdaderos creadores de nuestra época. Sus canciones proceden del corazón, son expresiones honestas del amor y la pérdida y la inocencia esperanzada que componen su alma compleja”.

En 2007 formó un nuevo proyecto, The Boxmasters, integrado por él (voz y batería, con el apodo de W.R. Thornton o Buddy Thornton), J.D. Andrew (guitarra, bajo, coros) –a quien conoció en la grabación de Beautiful Door– y Mike Butler (guitarra eléctrica, lap steel, dobro). En directo, el trío se ampliaba con Teddy Andreadis (teclista), Brad Davis (guitarra y mandolina), Marty Rifkin (pedal steel) y Mike Bruce (batería).

El debut de The Boxmasters

The Boxmasters publicaron su debut homónimo en 2008, que incluía dos CD: uno con material original y el otro con versiones de The Monkees, Mott The Hoople, Waylon Jennings, Mel Tillis, The Who, Chad & Jeremy, The Louvin Brothers, Ernest Tubb, The Beatles y The Nitty Gritty Dirt Band.

El sonido del grupo mezclaba las influencias de The Beatles, The Rolling Stones, The Kinks, The Animals, Buck Owens, Merle Haggard, Johnny Cash y Hank Williams. O, dicho de otra manera, una fusión de la British Invasion con el hillbilly de Bakersfield y Nashville que ellos denominaban “modbilly”. Además, destacaba su estética casi mod, con trajes y corbatas estrechas.

Hasta que no decida volver a regalarnos un álbum como solista, The Boxmasters es el proyecto más activo (y prolífico) de Billy Bob, a pesar de haber sufrido varios cambios de componentes. De hecho, de los originales ahora solo quedan él y Andrew. Además de haber teloneado a Willie Nelson, ZZ Top y George Thorogood, cuentan con una docena de discos en su haber.

Con The Boxmasters y el tema «That Mountain» de su debut en solitario

Entre ellos, los dobles Modbilly (2009) –con un CD de material propio y otro de versiones de Roger Miller, Del Reeves, Tom Rush, The Rolling Stones y John Hartford, entre otros–, Somewhere Down The Road (2015) y Boys And Girls… And The World (2016); Tea Surfing (2016), Providence (2016), In Stereo! (2018), Speck (2019) y Light Rays (2020), y los navideños Christmas Cheer (2008) y Christmas In California (2021). Su álbum más reciente ha salido este año: Hello… I’m Alive (2022).

Aparte de sus proyectos personales, Thornton ha colaborado en Distance Between (2002) de Bastards Sons Of Johnny Cash; en The Wind (2003) de su amigo Warren Zevon; en Earl Scruggs And Friends (2001) de Earl Scruggs, con un interesante cover del Ring Of Fire de Cash; en The Rose Hotel (2009) de Robert Earl Keen; en Ramble At The Ryman (2009) de Levon Helm, y en The Southern Surreal (2015) de Legendary Shack Shakers, entre otros.

También ha participado en discos de tributo como Enjoy Every Sandwich. The Songs Of Warren Zevon (2004), Anchored In Love. A Tribute To June Carter Cash (2007) y Twistable, Turnable Man. A Musical Tribute To The Songs Of Shel Silverstein (2010).

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