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John Lee Hooker: baile de cifras

John Lee Hooker: éxito masivo tardío

Es algo común: las fechas de nacimiento de muchos bluesmen suelen diferir según dónde las busques. Es el caso del legendario autor de Boom Boom: unos dicen 1912, otros 1917. Al menos coinciden en el día, el 22 de agosto. Por eso hoy recordamos uno de los álbumes que relanzó su carrera y un DVD sobre su trayectoria.

Ya conté en estas páginas el lío que se montó con Dr. John: no solo había discrepancias en el año, sino también en el día en que llegó a este mundo. Por desgracia, el universo del blues está lleno de esos bailes de cifras, y John Lee Hooker es otra víctima de la disparidad, dependiendo de la fuente consultada.

Por ejemplo, en Entre el cielo y el infierno (2013), el experto Manuel López Poy afirma que nació en 1917, “cosa que confirmó su familia después de su muerte”. La Encyclopedie du blues (1990) de Gérard Herzhaft también coincide, así como la web de Hooker. Ese año parece ser el oficial, ya que en 2017 se organizaron diversos eventos para conmemorar el centenario.

En cambio, en 2017, Diego Manrique, en el capítulo 100 años de John Lee Hooker de su programa El mapa sonoro de Gladys Palmera, aseguró que “conviene avisar que John Lee seguramente vino al mundo en 1912, pero, vale, no vamos a protestar”. Y, el pasado abril, en la web de la Cadena Ser, Rafa Panadero escribía que “solo después de muerto su familia dio por bueno el año de 1912”. Una fecha que también aporta Discogs.

Sea como sea, hablar de John Lee Hooker (lo único seguro es el día de su muerte, el 21 de junio de 2001) es hacerlo de una leyenda del blues. En los años cuarenta nos regaló sus primeros éxitos: Boogie Chillen’ –su single de debut en 1948, número 1 en las listas de rhythm’n’blues–, Hobo Blues y Crawlin’ King Snake.

Durante los cincuenta y los sesenta, grabó en sellos como Vee Jay Records, y tuvo hits como Dimples (1956), Boom Boom (1962) y One Bourbon, One Scotch, One Beer (1966); poco después, fue redescubierto por los jóvenes artistas blancos británicos ávidos del blues más auténtico, como Them, The Animals, John Mayall y Yardbirds.

Y, a finales de los ochenta, vivió su regreso triunfal con The Healer (1989) y una serie de discos posteriores donde estaba acompañado por estrellas del blues y del rock: Jimmie Vaughan, Albert Collins, George Thorogood, Johhny Winter, Booker T. Jones, Canned Heat y muchos más.

El quinto de la serie del retorno

Don’t Look Back (1997) fue la quinta entrega –y última publicada en vida; en 2003 apareció Face To Face, con sus postreras grabaciones en estudio inéditas– de esta segunda juventud del veterano bluesman, y era el reflejo de su estrecha relación con Van Morrison, productor e invitado especial del disco.

La colaboración entre Hooker y el León de Belfast venía de lejos: su primer encuentro se remonta a 1972, en el álbum del primero Never Get Out Of These Blues Alive; más tarde, volvieron a coincidir en el vídeo Van Morrison: The Concert (1990).

De hecho, Morrison quería producir The Healer, pero al final no pudo ser. Sin embargo, sí colaboró en los posteriores Mr. Lucky (1991) y Chill Out (1995), mientras que John Lee le devolvió el favor en Too Long In Exile (1993) y en el directo A Night In San Francisco (1994).

Don’t Look Back no difería en exceso de las anteriores muestras de su renacimiento en los ochenta y los noventa: en primer lugar, colaboradores destacados como Los Lobos, el armonicista John Juke Logan, el pianista Charles Brown, y músicos de la banda de Robert Cray y de la Dirty Dozen Brass Band.

Y, en segundo lugar, material propio reciclado –I Love You Honey (1958), Blues Before Sunrise (1962), Frisco Blues (1963), el antes citado Dimples (producido por Los Lobos y Mario Caldato Jr., de los Beastie Boys), Ain’t No Big Thing (1973)–, y material ajeno llevado a su terreno –el Red House (1967) de Jimi Hendrix y el Spellbound (1993) de Michael Osborn–.

Lo más exquisito del álbum llegaba en sus dúos con Morrison, grandes baladas como Don’t Look Back –que Van The Man grabó en el debut de Them, The Angry Young Them (1965)–, Travellin’ Blues, Rainy Day y ese magnífico The Healing Game (incluida en el álbum de mismo título de 1997 del irlandés, en una versión distinta), donde quedaba clara la sensibilidad compartida de ambos artistas. Dos viejos gruñones que comían del mismo plato.

Portada y contraportada del DVD

Editado en 2004, Come And See About Me. The Definitive DVD proponía un repaso a la carrera de John Lee Hooker a través de fragmentos de entrevistas con el desaparecido bluesman y declaraciones de algunos de sus admiradores (Carlos Santana, Ry Cooder, Charlie Musselwhite, Bonnie Raitt, John Hammond), intercaladas con actuaciones en vivo de distintas épocas.

Así, veíamos a Hooker en solitario en imágenes de archivo de los sesenta (en festivales como Newport o en programas televisivos), acompañado por distintas bandas o junto a colaboradores estelares (además de los citados, Van Morrison, The Rolling Stones con Eric Clapton y Foghat).

El repertorio abarcaba desde sus primeros éxitos como Boogie Chillen’, Hobo Blues, Crawlin’ King Snake y Boom Boom hasta su reivindicación a finales de los ochenta con The Healer.

Como bonus, el DVD incluía una charla con su hija Zakiya Hooker donde contaba los aspectos más personales del llamado “Rey del boogie”, fragmentos de entrevistas con él, una versión de Boogie Chillen’ con Roy Rogers y discografía.

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