
Nueva Orleans no solo es la cuna del jazz, y esta primera sesión lo demuestra con una selección de todos los estilos que sonarán más adelante: salsa, tex-mex, zydeco, funk, cajun, hip hop y muchos más. Un aperitivo para abrir el apetito a los sabores picantes de la Ciudad Criolla.
1 – John Boutté – The Treme Song
2 – Elvis Costello & Allen Toussaint – International Echo
3 – Willy DeVille – Loup Garou, Bal Goula
4 – Cubanismo – Gumbo Son
5 – The Iguanas – Mil demonios
6 – Nicholas Payton – I’ll Be Glad When You’re Dead, You Rascal You
7 – The Wild Magnolias – Party
8 – C.J. Chenier – Squeaky Wheel
9 – Zachary Richard – Crawfish
10 – Dr. John – St. James Infirmary
11 – Harry Connick Jr. – Mind On The Matter
12 – Sonny Landreth – Little Linda
13 – The Dirty Dozen Brass Band – What’s Going On?
14 – Neville Brothers – Can’t Stop The Funk
15 – Galactic feat. Juvenile – From The Corner To The Block
Y empezamos con una banda sonora, la de la serie Treme, gracias a la cual se ha potenciado la atención hacia los sonidos de Nueva Orleans. Es la canción The Treme Song que abre los créditos, y está interpretada por John Boutté. Treme, creada por David Simon, es la primera producción televisiva que trata con rigor y respeto la escena musical de la ciudad, todo ello pocos meses después del desastre del huracán Katrina en agosto de 2005.
La serie resulta tan fiel a la realidad que en ella intervienen músicos que han pasado por allí, como Elvis Costello: Treme reproduce el momento cuando el británico grabó su disco The River In Reverse en 2006 -junto al legendario Allen Toussaint, pocos meses después de la tragedia-, al que pertenece el tema International Echo.
Desde siempre Nueva Orleans ha atraído a músicos de todas partes. Y más aún: algunos de los que se acercan a grabar acaban quedándose a vivir, como Willy DeVille. El antiguo líder de Mink DeVille, icono de la escena neoyorquina, se convirtió en uno de los hijos adoptivos ilustres de la ciudad. La canción Loup Garou, Bal Goula recrea uno de los mitos de Louisiana, los loup garou u hombres lobo. Pertenece a su disco Loup Garou de 1995.
Nueva Orleans es una ciudad con tradiciones españolas, francesas, africanas y latinas. Por eso, atrae a artistas de todo el mundo con experiencias de ida y vuelta: es el caso de Cubanismo. En el año 2000, el grupo cubano liderado por Jesús Alemañy grabó Mardi Gras Mambo, donde interpretaba a su manera temas vinculados a las tradiciones de la ciudad, como este Gumbo Son, con la colaboración de John Boutté.
No son los únicos sonidos latinos que pueden escucharse allí: también es destacable la tradición mexicana, con grupos como The Iguanas, con influencias del rock chicano, el tex-mex y los corridos, liderado por el cantante y saxofonista Joe Cabral. Lo demuestran en Mil demonios, del álbum Superball (1996).
Pero, sin duda, Nueva Orleans es conocida como la cuna del jazz, y uno de sus representantes modernos es Nicholas Payton. En 2001 este joven trompetista publicó Dear Louis, un trabajo donde interpretaba canciones popularizadas por otro ilustre de la ciudad, Louis Armstrong, con arreglos para una big band de doce componentes.
Y del jazz a otra de las tradiciones orleanas, la de los indios. En esta sesión están representados por The Wild Magnolias con Party, del disco Life Is A Carnival (1999). Liderada por el Big Chief Bo Dollis, es una de las formaciones de indios más conocidas.
En Ciudad Criolla también tienen cabida otros estilos surgidos cerca de Nueva Orleans, en zonas más rurales, como el zydeco. Como muestra, C.J. Chenier con Squeaky Wheel, un tema de Too Much Fun (1995) en el que cuenta con la sección de metales The Memphis Horns. C.J. es hijo del mítico acordeonista Clifton Chenier y ha recogido su herencia como rey del zydeco.
Otro estilo rural es el cajun, y uno de sus máximos exponentes es Zachary Richard, un cantautor, poeta y acordeonista, con Crawfish, una canción dedicada a uno de los elementos más característicos de la gastronomía de la zona, los cangrejos de río, desde el álbum Snake Bite Love (1992). Aquí cuenta con los metales de la Dirty Dozen Brass Band y el piano de Dr. John.
Y Dr. John es, precisamente, el personaje vivo que mejor representa el espíritu de Nueva Orleans. En 2004 grabó N’awlinz. Dis Dat Or D’udda, al que pertenece St. James Infirmary, uno de los temas clásicos de la ciudad que reconstruye con la ayuda de otro pianista y cantante legendario, Eddie Bo.
Y es que el de los pianistas es uno de los colectivos musicales más numerosos de Nueva Orleans: aparte de los citados Dr. John y Eddie Bo, podemos citar a James Booker, Professor Longhair, Champion Jack Dupree o uno de los más famosos internacionalmente, Harry Connick Jr. Un personaje que graba desde los 10 años, excelente pianista y crooner de la vieja escuela. Pero a veces se despierta su faceta más salvaje y funk, como en Mind On The Matter, de Star Turtle (1996).
Además de pianistas, en la ciudad y sus alrededores también florecen los guitarristas. Uno de los más solicitados es Sonny Landreth, con su estilo inconfundible de tocar la slide. Little Linda procede de unos de sus primeros trabajos, Down In Louisiana (1985), y se acerca más al cajun que sus atmosféricos trabajos posteriores.
Otro de los elementos más característicos de Nueva Orleans son las brass bands callejeras que desfilan durante el carnaval, en los funerales y en casi cualquier situación. The Dirty Dozen Brass Band es una de las formaciones que más y mejor han evolucionado desde el pasacalle tradicional a la fusión con otros estilos. En 2006 decidieron grabar, tema por tema, el álbum de Marvin Gaye What’s Going On a su manera. Como en esta canción que da título al disco, con el raper Chuck D de Public Enemy.
Nueva Orleans posee un rasgo único, al albergar a una gran cantidad de dinastías familiares de músicos: Marsalis, Andrews, Neville, Batiste, Boutté… algo que no ocurre en ningún otro lugar del mundo (tal vez en África o entre la comunidad gitana). Uno de los clanes más famosos es el de los Neville Brothers, una saga de hermanos, hijos, sobrinos y muchos más que graban como solistas o en familia. Can’t Stop The Funk pertenece a Walkin’ In The Shadow Of Life (2004), y cuenta con la presencia de Jason Neville, hijo de Aaron Neville, rapeando.
Y ya que hablamos de rap, en la ciudad también encontramos a algunos buenos representantes del estilo, como es el caso de Juvenile. Aquí lo tenemos con From The Corner To The Block, la canción que da título a un álbum de Galactic de 2007, en la que también colabora la Soul Rebel Brass Band. Una mezcla de sonidos que representa muy bien el melting pot cultural de la ciudad y que sirve perfectamente como declaración de intenciones de Ciudad Criolla.
Y para terminar, un vídeo perteneciente a la serie Treme con la actuación en directo de Juvenile, Galactic y la Dirty Dozen Brass Band, precisamente con el tema From The Corner To The Block.