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John Mellencamp: en busca del respeto

La lucha ha sido una constante en su carrera: por el derecho a grabar con su propio nombre y por ser respetado como artista. Desde unos inicios con una estética que daba vergüenza ajena hasta sus inmersiones en las raíces americanas con afán reivindicativo ha superado en ocasiones a aquellos con quienes lo compararon (Springsteen, Petty…). Un día como hoy nacía en 1951, y por eso repasamos su trayectoria.

John Mellencamp empezó a finales de los años setenta como un clon hortera de Bruce Springsteen llamado Johnny Cougar. Pero tan pronto como su carrera evolucionó, su música adquirió un estilo propio.

Su desarrollo musical coincidió con su creciente popularidad, cuando canciones como Hurts So Good y Jack & Diane fueron éxitos en 1982, y John había creado su propia variación del rock de Springsteen, Tom Petty y Bob Seger. A pesar de los buenos resultados en las ventas, pasaron varios años antes de que los críticos lo tomaran en serio.

A otros artistas sin escrúpulos esta situación les importaría un comino, pero él quería ser un comentarista social solvente para relatar las tribulaciones de sus contemporáneos. Y lo consiguió, al convertirse en uno de los más fervientes enemigos de la clase política norteamericana, en especial de George W. Bush.

Cuando editó su primer álbum bajo el nombre de Johnny Cougar en 1976, nada hacía prever que su carrera sería prolongada y admirada. Nativo de Seymour, Indiana, donde nació el 7 de octubre de 1951, sus primeros años no fueron precisamente fáciles: niño enfermizo (nació con espina bífida) y, más tarde, adolescente rebelde con continuos encontronazos con la ley.

A los 14 años formó su primer grupo y a los 17 se fugó con su novia embarazada con la intención de mantener a su familia con toda clase de trabajos como obrero. Hasta que a los 24 decidió irse a Nueva York para probar suerte en la industria musical.

En la ciudad de los rascacielos, se convirtió en cliente del mánager de David Bowie, Tony DeFries, quien le consiguió un lucrativo contrato con MCA. Grabó un álbum de versiones y algunos temas originales titulado Chestnut Street Incident (1976), pero se enfureció al ver que DeFries lo había rebautizado como Johnny Cougar. El disco fue un fracaso, MCA lo echó, y la relación de Mellencamp con la industria quedó agriada para el resto de su carrera.

Dos años después, fichó con Riva Records y editó A Biography (1978). El siguiente, John Cougar (1979), tuvo cierto éxito por la canción I Need A Lover, convertida en un hit AOR poco después en la voz de Pat Benatar. Y en 1980, Nothin’ Matters And What If It Did, producido por el veterano Steve Cropper, incluyó los éxitos This Time y Ain’t Even Done With The Night.

American Fool (1982), su siguiente trabajo, significó el despegue de su carrera, comercial y musicalmente. Menos disperso que sus anteriores trabajos, saltó al número uno con los bombazos Hurts So Good y Jack & Diane, catapultados por videoclips que se convirtieron en favoritos de MTV.

El éxito de American Fool le permitió añadir “Mellencamp” a su nombre artístico, y en 1983 el disco Uh-Huh ya fue acreditado a John Cougar Mellencamp, con varios hits como Crumblin’ Down, Pink Houses y Authority Song.

A pesar de su éxito comercial, no experimentaría el reconocimiento de la crítica hasta su próximo álbum, Scarecrow (1985), con una mayor conciencia social y un mayor eclecticismo musical. Con canciones como Lonely Ol’ Night, Small Town y R.O.C.K. In The U.S.A. (A Salute To 60’s Rock) fue uno de sus mejores trabajos.

Tras la edición de Scarecrow, Mellencamp se convirtió en portavoz de los granjeros norteamericanos, y con Willie Nelson y Neil Young organizó el festival Farm Aid. Asimismo, se hizo famoso por su postura anticorporaciones, al rehusar ser esponsorizado en sus giras por compañías de cerveza y tabaco.

En 1987, siguió explorando el comentario social y nuevos estilos musicales con The Lonesome Jubilee, con influencias del folk de los Apalaches y el country, y a pesar de ser más arriesgado que sus trabajos anteriores, también tuvo éxitos como Paper In Fire, Cherry Bomb y Check It Out.

Mellencamp se zambulló de nuevo en la música norteamericana con raíces en Big Daddy (1989), pero ni este ni los siguientes Whenever We Wanted (1991; ya acreditado como John Mellencamp) y Human Wheels (1993) lograron ascender en las listas.

Volvió al Top 10 en 1994 con su dúo con Me’Shell NdegéOcello en la versión de Van Morrison Wild Night, perteneciente al álbum Dance Naked (1994). El cantante quería apoyar el disco con una gran gira, pero un ataque cardíaco lo retiró de la circulación.

Tras recuperarse durante 1995, volvió al año siguiente con Mr. Happy Go Lucky (1996). Coproducido por Junior Vasquez y con una ligera influencia de la música dance, incluía el éxito Key West Intermezzo (I Saw You First). Este fue su último trabajo para el sello Mercury, y en 1998 se pasó a Columbia donde debutó con John Mellencamp, una colección de material inédito. Su segundo trabajo para su nueva discográfica, Cuttin’ Heads (2001), contó con las colaboraciones de Chuck D e India.Airie y obtuvo un hit con Peaceful World.

Inspirado por su interpretación del clásico de Robert Johnson Stones In My Passway para un concierto de tributo en 2002, al año siguiente grabó Trouble No More (2003), una magnífica colección de versiones de folk, country y blues. “Hemos intentado llevarlas al siglo XXI”, aseguró John, al tiempo que describía el sonido del álbum como “primitivo y crudo”.

Entre las canciones se encontraban Stones In My Passway (Robert Johnson), Death Letter (Son House), Johnny Hart (Woody Guthrie), Down At The Bottom (Howlin’ Wolf), Joliet Bound (Memphis Minnie), las tradicionales Diamond Joe y John The Revelator y las más recientes The End Of The World (Skeeter Davis) y Lafayette (Lucinda Williams).

Pero, sin duda, una en especial convirtió Trouble No More en algo más que un simple disco: To Washington, una canción antibelicista que posicionaba a Mellencamp como un ferviente detractor de Bush y de su política y desató las iras de los conservadores.

En realidad, se trataba de una actualización del tema de Woody Guthrie Baltimore To Washington, quien, a su vez, cogió la melodía del Cannonball Blues de la Carter Family, inspirado, igualmente, en una antigua pieza de 1903 titulada White House Blues.

Antes de la publicación del álbum, Mellencamp colgó la canción en su página web para que pudiera bajarse de forma gratuita, y fue descargada más de 65 mil veces. Después, en octubre de 2004, y junto con Bruce Springsteen, Bonnie Raitt, The Dixie Chicks, Ben Harper, Pearl Jam y R.E.M., participó en la gira Vote For Change con un único objetivo: echar a Bush de la Casa Blanca.

Con una carrera tan prolífica e interesante (a pesar de sus dudosos inicios), en 2004 apareció con todo merecimiento Words & Music. John Mellencamp’s Greatest Hits. Aunque el cantante ya había sido objeto de otro recopilatorio en 1997 (The Best That I Could Do. 1978-1988), no le hacía justicia por su brevedad. En cambio, Words & Music incluía treinta y siete canciones en dos discos, con la mayor parte de sus éxitos entre 1978 y 2004 y un par de canciones nuevas. Todo un reconocimiento a la evolución de un artista a menudo subestimado.

Con Freedom’s Road (2007) llegó uno de los mejores trabajos de su resurrección como artista de raíces concienciado. A pesar de incluir una canción “patriótica” como The Americans, era cualquier cosa menos una exaltación de los valores americanos –al menos tal como los entienden los sectores más ultraderechistas– y confirmó al cantautor de Indiana como uno de los grandes autores de himnos actuales, junto con Steve Earle y Springsteen.

Vayamos a las canciones que podrían confundir a más de uno. Por un lado, The Americans era un gran himno épico, pero había que prestar atención a la letra pequeña: “Intento comprender todas las culturas de este mundo… Soy americano y te respeto a ti y a tu punto de vista, soy americano y te deseo buena suerte en todo lo que hagas”.

Y en la otra supuesta exaltación patriótica, Our Country (utilizada, por cierto, en un anuncio de coches), Mellencamp cantaba: “El sueño aún está vivo, algún día se hará realidad”. Ambas canciones eran declaraciones de principios de lo que significaba ser un norteamericano medio en una época en que todo el mundo criticaba a ese país.

Aunque John no era tan ingenuo, y también sabía reconocer los males que aquejan a los Estados Unidos. “La carretera de la libertad debe estar en obras”, afirmaba en Freeedom’s Road, mientras que en Someday expresaba su deseo de hermandad entre todos los pueblos y en Forgiveness parecía implorar perdón por lo que ha hecho y hace su país.

Entre tanta canción con carga ideológica (incluso invitaba a la gran dama de la protesta, Joan Baez, en Jim Crow), volvía a la realidad más dura en la gótica Rural Route, la historia del crimen y violación de una jovencita en una carretera rural.

Si de algo se puede acusar a Mellencamp es de pecar de un cierto idealismo, algo que quedaba claro en My Aeroplane. Su visión es la del buen vecino amable y abierto, siempre dispuesto a echar una mano donde se le necesite. Una mentalidad cercana al idealismo de los norteamericanos que lucharon contra el fascismo en España y en Europa.

Desde un punto de vista musical, el cantautor se movió entre el rock con raíces del country y el blues, el folk y el góspel, y combinó con habilidad sonidos eléctricos y acústicos, violines y ritmos de batería elaborados. En esta ocasión, contó, además, con el refuerzo en los coros del cuarteto vocal country Little Big Town. Freedom’s Road nos devolvió a un Mellencamp en plena forma, con un álbum cargado de mensajes que, por obvios, no está de más recordar.

Después de Freedom’s Road, publicó Life Death Love And Freedom (2008) –que tendría su traslación al directo en Life Death Live And Freedom (2009)–, producido por T Bone Burnett, con quien repertiría en No Better Than This (2010) –con Marc Ribot y Jay Bellerose, entre otros– y en Plain Spoken (2014).

Mención especial merece Ghost Brothers Of Darkland County, un musical que escribió junto con Stephen King (autor del libreto), y que en 2013 apareció publicado en un lujoso boxset con CD, DVD y libro, que incluía los diálogos, las canciones compuestas por Mellencamp –interpretadas por Rosanne Cash, Sheryl Crow, Elvis Costello, Taj Mahal, Ryan Bingham, Neko Case y los hermanos Dave y Phil Alvin, con la producción de Burnett– y un minidocumental.

Su trabajo más reciente de estudio con material nuevo hasta el momento ha sido el espléndido Sad Clowns & Hillbillies (2017), con Carlene Carter compartiendo honores. Al parecer, durante la pandemia ha escrito una quincena de canciones que supuestamente formarán parte de un álbum.

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